martes, 31 de marzo de 2009

Filósofos de tren

Mientras me transporto de un sitio a otro por tierra, mar y aire, más bien sería mientras cojo un tren para salir de Barcelona, me encuentro con fauna variopinta que vive sus existencias de manera anónima y ruidosa, como los niños filósofos del tren.
Deduzco que deben ir a ese colégio ultra católico de las afueras de Barcelona, y depende de cómo los mires, van ridículamente vestidos con unas americanitas y unos pantalocitos, en plan lord Inglés, versión Spanish y de la Bonanova casi todos.
Un niño de escaso medio metro y extrañamente afónico iba leyendo los periódicos gratuitos en voz alta.

Niño 1: Oye tío, ¡un Mercedes por 18.000 euros!
Niño 2: Estoy jugando ahora (enfrascado con su móvil)
Niño 1: ¿Te lo has pasado todo?
Niño 2: Me juego diez euros a que me paso hasta la pantalla 31 sin perder una vida.
Niño 1: ¡Qué dices, si es super difícil!

El tren avanza silenciosamente y me pregunto cómo serán esos niños de mayores, qué juntas directivas presidirán, cómo serán sus mujercitas, la versión clonada de ellos con faldita en lugar de pantalón corto. Y llenas de mechas, seguramente.

Niño 1: Oye, ¿Qué canción llevas en el móvil?
Niño 2: La de It's my life, ¿La conoces?
Niño 1: No, cántala.
Niño 2 (intento de canto. Es que no sé cantar.

Llegada su parada, se han bajado un ejército de niños apantalonados y americanados todos con sus cascos y vete tú a saber qué canciones circulando entre cables y sinapsis. Seguramente Womanizer de Britney Spears y poco Dylan.

domingo, 29 de marzo de 2009

Marea de guiris

Me creía una persona tolerante, flexible, amiga de la madre Tierra y de la raza humana, pero el tiempo y mi gesto torcido me indica que no, que estoy cultivando una pequeña fascistoide dentro de mí. Por partes. La rabieta va direccionada hacia la invasión de guiris que he empezado a ver desfilar por la calles de esta ciudad portaventurizada.
Les veo avanzar en grupo, caminando cual ovejas desfilando al matadero, blandos, fofamente ocupando las ceras aromatizadas de domingo.
Luego está la inquietante realidad por su parte de: queremos llevarnos grandes recuerdos de esta ciudad y llevamos medio Media Markt encima, o sea, cámaras de todos los tipos, y si te descuidas hasta un grabador de sonidos para llevarse a sus casas el grato sonido de los tubos de escape de los autobuses urbanos y el sonido de las palomas al aparearse.
Caminan lentamente, disfrutando cada milímetro de esta ciudad y te miran en plan "estoy de vacaciones, soy tan feliz" mientras tú llegados histerizado tarde a algún lugar y no tienes tiempo para poesía urbana.
En esos momentos de alteración mental visualizo al señor Hereu y visualizo al mismo tiempo un tomate podrido avanzando rápidamente hacia su cara, estampándose, mientras el dice palabras como hotel vela, bicing, facebook, sostenible o Inma Mayol.
En fin, creo que necesito vacaciones y ver más de tres árboles seguidos sin ver a un chino, una gringa y tres checoslovacos comentar las fachadas ennegrecidas de la ciudad, como si fueran la antesala del Paraíso. ¡Rabia rabia! Contaré hasta 453 y me relajaré. De verdad.

miércoles, 25 de marzo de 2009

Una cumbia para pasar la tarde

Así, de la nada, cotilleando en el Itunes de un tío de mi curro, no hago más que recibir señales: toooodo los Fabulosos Cadillacs, música relajante india (?) y un feliz reencuentro con el amigo Kevin Johansen. Os pongo un vídeo, letras estupendas. La pena es que este señor no hace videoclips y todo lo que hay en youtube son horribles montajes de fotitos en transición (como este) y cachorritos (horreur!). Entonces, ya que quiero auto-promocionar a este personaje sí o sí, anuncio que el vídeo este es un mega bodrio, sólo tenéis que escuchar la canción y hacer un dos tres con los pies y disfrutar de la estupenda cumbia para pasar una tarde como esta.
Conocí su música una mañana de domingo, por accidente, me acuerdo perfectamente, estaba en una azotea del Raval hace tiempo, tomando un aperitivo y un ejecutivo vestido de domingo (con jersey atadito al hombro mediante) lo puso en el Ipod de turno. Y a mi me encantó (el ejecutivo se esfumó, también hay que decirlo).
Quereros mucho, que llegan los helados de fresa y el calor hormonal.

martes, 24 de marzo de 2009

Cosas que odio, antes de que me olvide

Banners desplegables cuando lees periódicos online.
Tías calientapollas que tienen novio --> o follamos todos o la puta al río.
Tíos que necesitan 23 copas para decir mu y te lo dicen al final de la fiesta (y entonces te vas).
Trepas y roedores.
La música que ponen en Berskha.
Comer sola más de 4 días seguidos.
Mails en cadena que prometen que acabaran con tu vida y tu mascota morirá.
Ministras que van al trabajo 21 días después de parir.
Modelos que pretenden ser referentes de belleza en el mundo occidental.
La locución aparentemente graciosa de los telediarios de Tele 5 y Antena 3.
Que me vigilen la pantalla del ordenador.
Pisar cacas que me desplazan por el asfalto unos 2 mm. en plan patinaje artístico.
Que me planten por quedarse en casa con tu pareja (la época talibán ya pasó, para mi gusto).
Parezco una joven ingrata y amargada pero os comunico que a veces uno se tiene que plantar y sacar la bilis. Eso sí, luego me voy a tomar un chocolate, que me reconcilia de nuevo con el género humano y con la sintonía de almas. Si alguien me quiere enseñar su lista, podemos compararla, a ver quién la tiene más larga :)

domingo, 22 de marzo de 2009

Debe mejorar su forma física ya

Viernes noche, se me ocurre ir al teatro para celebrar la desaceleración de la semana y de la economía global, cuando a la buena de mi moto le asola un ataque de tosferina y no me arranca. Cual Carmen Maura corriendo por las calles de Madrid perseguida por la cámara de Pedrín, me dispongo a recorrer el asfalto taconeando en busca de un taxi. El conductor, ajeno a mi locura y mi escasa paciencia me llevó por la calle con los semáforos peor sincronizados de Barcelona (las tengo controladas, soy una fanática del anti-tráfico) para comprobar si era capaz de controlar mi propio pulso y mi respiración. En fin, que esto le va restar karma sí o sí. Después del teatro una alma bondadosa me prestó su bicing y me puse como loca a recorrer la ciudad desierta y silenciosa, una experiencia estupenda y totalmente liberadora.
Bajo los efectos enganchantes del deporte incontrolado, seguí con la pasión bicicletera y al día siguiente me fui a cenar a casa de una amiga en bici también. A la ida me fue de perlas el pony mecanizado, pero a la vuelta, me traicionaron las marchas y de la primera aquello no pasaba. Resultado final: mujer tullida con dolores hasta los codos.
Pero feliz. Ir en bici es reconectarte con aquel verano del 85 donde ibas cargada de bocadillos de nocilla en los bolsillos cantando Olé Olé o algún bodrio similar.
Y mañana parece que va a haber más emoción sobre ruedas. Crónica mediante...

martes, 17 de marzo de 2009

Canal melancolía

No sé por qué pero las letras de la Buena Vida me persiguen por cada pliegue de mi frente. En la ducha, visitando la almohada, poniéndome los pijamas esotéricos que me regala mi madre, en los semáforos, observando el camión de las basuras...Quiero pensar que es la primavera y sus enigmáticos mensajes subliminales.
Ahí va un caramelito con azúcar.

lunes, 16 de marzo de 2009

Atracarse de cebollas a 150 km. de BCN

Amigos, llegó la temporada de los calçots e indefectiblemente las citas calçotaires. Calçot, para los no iniciados: especie de cebolla-puerro que se asa y se riega con abundante salsa romescu. Efectos colaterales: aliento de dragón durante las próximas 37 horas y una pesadez estomacal de campeonato. Lo bueno es que te lo pasas bien viendo cómo la gente se mancha, cómo los directivos de Unilever se frotan las manos en silencio en sus despachazos de 800 metros santificando la pegajosa salsa y en definitiva, haciendo el panoli.
Para disfrutar de los calçots, se puede ir a un restaurante o montar tú el chiringuito. Una amiga tiene una casita en el bosque mediterráneo y decidimos encontranos allí.
Me negué en redondo a escuchar monográficos de diarreas y brebajes infantiles (el 96% de los comensales está casado y con hijos), con lo que también salió el tema de las hipotecas (vamos mejorando). Otro tema estrella fue la apertura en el pueblo vecino de un Bazar Chino, y la gran revolución que había ocasionado. Lo mejor del caso (esto confirma que los chinos son de olé sus huevos toreros) es que los que trabajan en el bazar hablan cero español. Es como si yo me fuera a Laponia a vender ceniceros de cerámica. ¿Se están enterrando en vida, están mentalmente enajenados o simplemente son una raza indestructible de emprendedores? Está por ver, se va despejando la duda entre platos desechables y plantas falsamente vivas.
En fin, volví empachada y feliz, porque seguimos teniendo 13 años, pero disfrazados de 30.

viernes, 13 de marzo de 2009

Preludio de primavera

Emocionada estoy con el pío pío del estornino de mi jardín: o ha encontrado novia (cosa que me alegra) o le han pillado los de la operación primavera para que anuncie en Gracia City que ya podemos empezar a aparcar el erotismo de la lana y la chandalosis invernal.
Antes de que apareciera esa mole que es El Corte Inglés y su marketing para orejudos, el engranaje de la pequeña naturaleza enviaba diligentes estorninos por los balcones de la ciudad anunciando hormonas y calorcito primaveral. Ahora, hasta que no visten a la Kournikova con horribles colores crema y la hacen parecer una diosa del Olimpo a la vista de las mortales no empieza la estación del amor.
Ni hablar del peluquín, voy a empezar a exhibir mis carnes con o sin valla firmada de verde. Y lo mejor: el olor que desprenden las calles, a nuevo, a todas las terrazas que se desperezan en fríos almacenes deseosas de brillar de nuevo al sol, de regarse con cervezas, de generar encuentros que acaben en la cama o no.
Cuatro referencias al amor encubiertas. Cuatro días que quedan para exhibir nuetras cachas iridiscentes, nuestros cogotes primorosamente fluorescentes.
Y ese pedazo de supermercado que tengo que promocionar. Quereros, frotaros y sacad brillo. A lunedi!

miércoles, 11 de marzo de 2009

Buceando por las alcantarillas

Sigo sin comprender la idea de avanzar a empujones por la vida.
Por qué gente reprimida sexualmente, con vocación de Santa Teresa de Ávila pero avocados a trabajar en una oficina de patentes o simplemente con el anhelo furtivo de poseer un bolso de Prada que nunca tendrán, se dedican a putear al resto de la humanidad.
Es tan zafio utilizar el micro poder que te otorga un puesto de trabajo, asumir una posición familiar, o poseer una multipropiedad cerca de la playa, para joder a los demás, que lo equiparo a robarle el bocadillo de panbimbo a un inocente parvulito.
La acupunturista tenía razón y lo bordó con una frase: hay más gente. Y no todos son como tú. Los unos existimos como némesis de los otros. Hay híbridos de sanguijuelas con tejido adiposo y pelos.
Tengo el día críptico, pero a buen entendedor, pocas palabras faltan. Simplemente no os fiéis de falsas Mata Haris ni de solícitos masajistas: son los peores.

martes, 10 de marzo de 2009

No hay tiempo y muchas prisas

Quel horreur correr de un sitio para otro. La prisa es un signo aparejado a la modernidad y parece que el que juega a las estatuas humanas no tiene cabida en el 2009. Pena me da, con lo bueno que es el pas à deux y el minueto.
O corres o mueres.
No quería dejar pasar la ocasión de comentar tres imágenes que he han perseguido estos días en mi cabeza: un tipo en patines conduciendo un ciclomotor (¿una nueva forma de performance acaso?), una señora encerrada en una portería cosiendo un dobladillo, un viernes a la tarde, ajena al horror vacui del portal del Ángel a las 9 de la noche: una cápsula interurbana perdida en el cosmos. Y para acabar un episodio puramente Almodóvar, de esos que me reconcilian con la vida y me llenan de confort.

INT. DÍA. PANADERÍA.

Rocío (28), se encarga de ordenar las pastas y arreglar las barras de pan.
Entra la propietaria de la administración de lotería de al lado, la mujer X, de metro y medio escaso, 40 años.

Mujer X: Rocío, quiero un roscón
Rocío: Pues no te lo voy a vender
Mujer X (se señala el entrecejo): Es que lo tengo aquí metido
Rocío: Pues sácatelo, porque no te lo voy a vender
Yo: Si te consuela yo he bajado desde mi casa a por una magdalena
Mujer X: Si ya lo sé yo, que a una le entra la obsesión y hay que comérselo.
Yo: Bueno, que haya suerte con la negociación.

Cojo la magdalena y me voy. Vamos a seguir remando, que la travesía se presenta larga. Mañana más y mejor.

miércoles, 4 de marzo de 2009

Lost in mr. Reina's mind

Este es uno de los motivos por los que no acabamos el gran documental Bar Vulcano. El sr. Reina, mi manager y mano derecha, quiere seguir los pasos de Gondry y no rinde lo que debiera. Pero como el arte es un excelso camino de perfección del alma humana, dejemos a Gondry junior iluminar al mundo con su arte.


El lado oscuro de Karina from dreina on Vimeo.

*Por cierto, por mis güevos que estrenamos esta primavera. Si hace falta me ato a una farola de la Plaça Sant Jaume y me escribo Bar Vulcano en cada teta.

lunes, 2 de marzo de 2009

Bonus track

Este anuncio resume mis fobias nocturnas. ¿Vigalondo, acaso conoces las telenovelas de la calle Llibertat? Seguramente...

Ni parasitar ni ser parasitado

Eso vendría a ser prácticamente la nueva E=Mc2. Es difícil lograr el equilibrio. Todos lo sabemos. Si te abres en canal los órganos amatorios y te entregas descerebradamente (mi especialidad) a un sujeto B, las consecuencias (al menos en mi caso) es alto absentismo mental en mis labores, rendimineto 0,3 unidades de trabajo por hora consumida y una laxitud notable.
Si te parasitan, ya es la muerte directamente: mal humor, monedero vacío, desarrollo explícito de labores de psicología, nurserie, enfermería y cocina. Un rollo, vamos.
Y como tengo que escribir una película de aquí a julio (nada, casi como hacer la lista de la compra), voy a pasar una primavera exaltadamente apple. O sea, yo, la pantalla y Eusebio. Informo a los sufridores de estrés postmoderno, tan habitual por estos páramos y estos días, que ver cómo circula un pez en un receptáculo redondo resulta hipnotizante y gratificante. Porque al final él siempre está peor que tú. Y aunque no sepa para qué vas a unir a una aristócrata y a un agricultor ecologista en un pueblo de Albacete, él no necesita saberlo tampoco.
Bueno, sigo vendiendo coches. 100 gramos de parabrisas y un par de morcillas, quizás sean la antepuerta de la felicidad.