miércoles, 25 de mayo de 2011

Más madera dialéctica y emocional

Esta semana está resultando muy excitante. Parece que un cordón invisible ha brotado de algún órgano escondido hasta ahora y nos ha acercado a todos un poco más. Nos ha unido de nuevo.
A pesar de haber pasado un día algo turbulento, el ánimo mejoró automáticamente al cruzar la Plaza Catalunya. Esa reconfortante sensación de no sentirte sola, que hay más gente que aparte de facturas en el bolsillo tiene sueños y quiere avanzar hacia algo mejor que lo presente.
Estuve escuchando la asamblea de banca ética y salí altamente convencida de que voy a sacar mi dinero de una caja convencional (total para recordarme que salvan a tres árboles y pasean a cuatro abuelos de uvas a peras, eso no me conmueve lo suficiente). Comentaban las inversiones de las cajas en materias primas que hace que suba el precio de las mismas, porque ellos han apostado por esos bienes como algo de lo que sacar rentabilidad.
Prefiero salvar a las ballenas que colaborar en la especulación del tomate. Las cajas han perdido su función, operan realmente como bancos. No os digo que volvamos al trueque y al derecho de pernada, pero reflexionad realmente sobre qué os ofrecen vuestras cajas. Puedo asegurar que a mí me regalaron un boli cuando abrí la cuenta y hasta el día de hoy no me he sentido mucho más recompensada. Hablaban de la banca Triodos como una opción práctica que ofrece los servicios habituales de cajeros, operaciones, transferencias, etc. Al final nuestras acciones diarias serán nuestro salvoconducto hacia la felicidad.
Tengo que reconocer que cuando me compré unas bambas Nike el año pasado tuve remordimientos. La estética pudo a mis principios. Creo que para la próxima vez ya estaré más preparada para decir que no. Que no quiero colaborar en la explotación de ágiles manos infantiles.
Amigos, aunque las aventuras de unos musculados futbolistas os tengan enganchados, dedicarle 2,3 minutos a pensar cómo vivimos también está bien. Abrid el corazón y cerrad el bolsillo indolente que arrastramos. Otra camiseta para el armario no nos va a hacer más felices.

martes, 24 de mayo de 2011

Arriba las hachas

Ayer no me podía dormir de la excitación. La mayor parte de la misma venía de lo que está pasando. Aunque los medios de comunicación oficiales del reino insisten en recordarnos que el fútbol del Barça llega al pueblo (??) y que DSK es un depravado sexual (¿sólo él ahora?), ignoran el movimiento 15M. Craso error. En nuestros corazones ha germinado un brote de esperanza. Se nos ha caído la venda de los ojos (todos los nudos se acaban aflojando tarde o temprano).
Estamos aburridos de la misma mierda porelamordeDios. Ayer hablaban de soluciones concretas y creo que todos deberíamos hacer ese ejercicio de reflexionar sobre el mundo y la sociedad donde nos gustaría vivir.
Para empezar a mí se me ocurre que cada uno cuelgue de sus balcones esos motivos que necesita reclamar: alquileres justos, contratos fiables, maridos leales, de todo.
Y luego, a la calle. Pero no los cuatro de siempre que salvan a los peces martillo y a los oprimidos coreanos. TODOS. Porque todos estamos bien jodidos. Sin ir más lejos mi madre tiene en el trabajo una serie de superiores que son uno auténticos lerdos pero están ahí. ¿Por qué? Porque han hecho la corte a quien debían. ¿Es eso la vida? ¿Lamer culos, pasar la bayeta en mesas ajenas? No queridos, tenemos que querernos un poquito más. Todos conocemos casos cercanos y lejanos.
Por eso os conmino a pensar, a reaccionar, a reevolucionar. No permitamos que nos digan cómo tenemos que vivir, acojonados con la idea de perder la casa y el trabajo, y hasta las bragas. Y comandados por unos auténticos desorientados.
Ayer, de vuelta de la plaza, fui a buscar mi moto y no estaba. Un guardia urbano a las 9 de la noche la retiró, robándome 100 euros. Después del berrinche de turno, cuando fui a abonar, la cajera del depósito, casi con lágrimas en los ojos me dijo que ella ya no puede ni tomarse unas bravas. Que no llega a fin de mes. Que trabaja para sobrevivir.
Recogí la moto con el pulso acelerado y le hice un discurso al segurata y a otra más que andaba por ahí para que salieran de casa a darle a la cacerola. Que esta tragicomedia ya nos pesaba demasiado. Encogieron los hombres con pesadumbre y yo aceleré por la rampa gritando Viva la revolución. De verdad, que no se nos escape esta oportunidad. Es la nuestra y la de todos.

lunes, 23 de mayo de 2011

Está pasando

Queridos camaradas,
En esta vida uno tiene que estar despierto. Absolutamente. Y lo que está pasando ahora con el movimiento 15M es una gran oportunidad para sintonizar los despertadores del alma. Porque los necesitamos.
Es urgente actuar y negarse a una vida de sometimiento, leyes que sólo favorecen a los ricos, apoyar un sistema que devora a sus hijos y les lleva a un callejón de impotencia y valiums.
No sé si estoy destinada a ser la próxima Pasionaria pero hay que tomar conciencia, esto es serio. Y ni que sea desde el pasillo de tu casa, saca la cacerola cada noche a las 9h y quéjate. Porque esto no va de reenvíalo a tus contactos o morirá un oso panda, esto va de exprésate ahora o nos espera un futuro muy negro.
Depauperización, desaparición de la clase media, vamos a vivir peor que nuestros padres, eso sí, con la gran posibilidad de viajar en aviones patera a 32 euros y la perspectiva de pagar una casa (un derecho fundamental) en 45 años. Eso sí, todos con los últimos gadgets tecnológicos que nos permitirán seguir esta penosa realidad y no perder ni un segundo de desolación.
Despertemos, porque cada uno de nosotros tiene un gran volcán de energía que no hay que ceder. Ni al poder, ni a los corruptos, ni a los abusadores.
Coge libros, infórmate, decide cómo quieres vivir y aunque sea simbólico, cada tarde, a eso de las 9, pásate por tu plaza más cercana con una cacerola y dale al perol.
Por ti, por los demás y por los que van a llegar después. Pongamos fin a esta enorme tomadura de pelo.

lunes, 16 de mayo de 2011

Altamente existencial

Los lunes me sientan fatal. Como una patada en la espinilla, aproximadamente. Y eso que he tenido un fin de semana multicolor y muy humano (me he relacionado con amigos secuestrados en sus relaciones que nunca abandonan sus moradas). Pero hay la vida, quien pudiese vivir permanentemente en sábado...Me he obligado a dar un paseo bajo este afianzado sol primaveral, y todo iba bien hasta que unos quinquis han bloqueado la calle con sus motos y han golpeado a una furgoneta con una llave inglesa (??). Por la cara, porque les habían pitado por no avanzar cuando el semáforo se ha puesto verde. La gente está muy volada, requetevolada más bien. Y me ha dado angustia. Estamos rodeado de salvajes. Y ayer, para acabar el poema pre lunes, escucho jadeos salvajes altamente hormonados. Un recordatorio de que la vida sigue ahí fuera, mientras me dedico a leer manifiestos dadaístas en pijama.
Y eso que el sábado me encontré un papelito en una cafetería que ponía good things that happen (lo tengo a mi lado, en plan estampa de San Antonio de Padua).
Sé que un día me reiré de todo esto, pero ahora mismo no veo el sentido del chiste. Feliz lunes.

martes, 10 de mayo de 2011

Productividad, esa gran palabra

Yo produzco bastante en los bares, sobre todo si hay cervezas y gente divertida compartiendo la mesa. Ahora mismo me hallo en las antípodas de esta bonita ecuación. Estoy sentada en una biblioteca de tipo inglés, de madera, bonita y silenciosa. De hecho solo se oye el repiqueteo de las teclas de mi ordenador y el taconeo de una superdotada que no para de acarrerar libros de punta a punta y me acaba de pillar enganchada al Facebook. ¿Qué os parece? Mientras algunas descubren fonemas ocultos de la lengua swahili y otras lindezas yo me dedico a poner me gusta en las fotos de mis amigos y sus perros. No sé si es que soy una persona débil o que el interné está haciendo mucho daño en materia de concentración. Es una hábil combinación de ambos elementos.
Encima hay aire acondicionado y me gotea la nariz. Porque por otra hábil combinación me he costipado: duermo con nórdico y me paseo sin medias. Soy así de lógica y coherente. Para acabar de hundirme en la no productividad de hojas de excel y papeles burocráticos os estoy contando todo esto aquí mismo, a tiempo real. Si consigo tres jijijis por debajo de la nariz habremos evitado un futuro soplo en el corazón y dos ataques de ciáticas (porque la risa cura). Esto no lo sabe la de atrás mío, que tiene la nariz metida en un tratado de lengua y suspira como si fuese Santa Teresa de Ávila. Feliz tarde.

sábado, 7 de mayo de 2011

Las buenas compañías

Hay días en que uno desea que la tierra le engulla, como cuando se tira de la cadena del water, pero versión tierra adentro. Una vez estás metida dentro de la corteza terreste, llegas al núcleo duro, una zona llena de magma y burbujas de lava y te desintegras. Adiós mundo.
Como esto suele ser básicamente una ilusión nihilista, te toca afrontar tu día a día con pico y pala, y rezándole a todos los santos por lo que pueda pasar. Esos días existen.
Por suerte el jueves el milagro se obró en forma de cena de amigos, un salvoconducto regado de vino, ideal para olvidar cualquier tipo de problema terrenal.
La cena fue divertida, pero lo mejor fue el material humano que salió a la luz. Mi amiga A. contó como un día en Marruecos un carro con tres personas pasó encima de su pie y le destrozó la uña (risas de fondo; la verdad es que en real te ríes más). Otras aventuras fueron como el compañero de trabajo de A2 (nombre en código), le ha regalado una partitura perforada para caja de música como muestra de su interés por ella. Un eufemismo de follar, vamos. Hicimos apuestas sobre su futuro próximo: ¿es un caso extremo de pagafantismo o realmente echarán un casquete? En fin, la condición humana es sorprendente y a la vez impredecible. Yo acabé bailando Antònia Font en la terraza con vistas a la Sagrada Familia. Así que flotemos, fluyamos y evitemos los carros cargados con tres personas a toda costa. Y no olvides la copita de vino de emergencia para levantar cualquier tipo de estado anímico.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Ser uno mismo o convertirse en un ficus

Es agotador a veces ser humano, ¿no, queridos? Desde que me he liberado, o más bien me liberaron del yugo oficinista, todas las penas y glorias de mi existencia no se las endoso al jefe, sino a mí misma. Ahora soy la jefa de mi vida. GLUPS.
Intento ir a la piscina y activar cuerpo y mente, pero ese gimnasio es en realidad una célula leninista incrustada en el barrio de Gracia. Al más puro estilo bolchevique desfilan hileras de deportistas enloquecidos que quieren ocupar espacio y de paso tu alma. ¿No hay ningún ser HUMANO ahí? No. Son robots. Los mandan de la empresa de George Lucas para hacer la siguiente versión galáctica: Los deportistas galácticos del mal contratacan again.
Luego digo, voy a ir a un festival de cine, ya que tengo tiempo. Vale. Voy. Ahí descubrí que no vivimos en Barcelona, sino en Somalia. Unos 23 minutos entre que conseguí el bono del festival, entendí que me lo tenían que cambiar por entradas e hice tres colas. Eso sí, todos llevaban bambas caras y querían salvar al pueblo saharaui. ¿Y a mi quién carajo me salva? ¿Tan difícil es organizarse? Parece ser que sí.
El día que yo dirija el mundo se vana acabar los gimnasios malignos, las colas lentas y los ciudadanos ficus, que dicen sí a todo y no tienen corazón.
Y con esto y un bizcocho me sumerjo de nuevo en mi universo infinito donde todos los tíos de la línea de arriba tienen prohibido el paso.

domingo, 1 de mayo de 2011

Liberad a wi-fi (con permiso de Miss Guisante)

Después de casi dos meses sin internet, algo muy incongruente en el año 2011, hemos conseguido que nos activen el modem. Casi canto una serenata de algo festivo, enseño mis intimidades por la ventana y bailo una jota. Con qué poco nos conformamos los de la generación x, j o vete tú a saber cuál es la mía. El verbo forrarte no existe en tu imaginario y se substituye por sobrevivir. El amor es el enésimo timo. Ahora se llama follar con grandes cantidades de alcohol en el cuerpo (¿si no cómo vas a conseguir que alguien hable voluntariamente?, aunque como dice una amiga amiga, a veces ojalá que no se tuviera ni que hablar, jojo; matemática pura). La amistad es de lo más sólido que queda, algo así como un bono del estado, que nunca falla, como mucho se devalúa un poco. Y el resto, son reacciones imprevisibles a fenómenos viejos y conocidos: cagalera ante estereotipos sociales de mamá que hacen calamares a la romana para cenar a sus hijos rubios, ganas de pegar bofetadas a imbéciles sueltos que se creen graciosos y poco más.
Así que yo y mi resaca dominguera os saludamos de nuevo y os damos la bienvenida a este blog clausurado contra su voluntad por Orange, sí, fueron ellos. Ya os pueden decir que os cambian las tetas, el congelador o a vuestro gato por casi nada y en poco tiempo. Es mentira. Todos los cambio acostumbran a ser dolorosos y lentos. Como si fueran pequeños limacos somnolientos subiendo por las paredes de la Torre de Pisa. Eso sí, cuando consiguen llegar al tejado, tienen una vista cojonuda y se convierten en unos valientes.