Como cuando vas al mercado a comprar jamón de york. Finito. Laminado. De extraña procedencia. Pero con su misteriosa presencia, como tus comeduras de tarro. Y como últimamente no voy a bacanales, ni a maratones, ni a danzas populares, os pongo este vídeo para todas las edades y os deseo un feliz descanso semanal.
Yo sigo batallando contra el sueño y la pesadez del entorno. Creced como pinos, porque así tendréis nuevas perspectivas. Diferentes y por qué no interesantes.
viernes, 8 de octubre de 2010
jueves, 7 de octubre de 2010
6 de octubre en manga corta
Que la vida son dos sorbos de café, que los atardeceres te recuerdan la finitud de la creación y todas esas historias de manual de Paulo Coelho, está claro.
La era del Aquí y Ahora necesita vivirse necesariamente. En eso estamos trabajando últimamente, y se revelarán las direcciones tomadas en un breve periodo de tiempo.
Por otra parte, ayer, retomando el hilo sentimental de este blog, me fui a una terracita urbana a dejarme los euros (5 moneditas por dos cañas, que venga el Alcalde y lo pague) en buena compañía. Y luego, a cenar a un japonés. Venga, vamos a engrasar un poco el sistema, que pierde fuelle a un ritmo estrepitoso...
Se vive levemente a ritmo de Visa, sorteando obligaciones y malos pensamientos. Los sucesos se encadenan sin apenas traqueteos, y vuelves a casa rejuvenecido y agradecido de tu existencia cobayana y libre de decidir gastos al mismo tiempo.
En fin, no os medicaré más con jarabe existencial. Tomad cafés y hechizaros con el sol. Los regalos de la vida hay que disfrutarlos como si cada día fuera Navidad.
La era del Aquí y Ahora necesita vivirse necesariamente. En eso estamos trabajando últimamente, y se revelarán las direcciones tomadas en un breve periodo de tiempo.
Por otra parte, ayer, retomando el hilo sentimental de este blog, me fui a una terracita urbana a dejarme los euros (5 moneditas por dos cañas, que venga el Alcalde y lo pague) en buena compañía. Y luego, a cenar a un japonés. Venga, vamos a engrasar un poco el sistema, que pierde fuelle a un ritmo estrepitoso...
Se vive levemente a ritmo de Visa, sorteando obligaciones y malos pensamientos. Los sucesos se encadenan sin apenas traqueteos, y vuelves a casa rejuvenecido y agradecido de tu existencia cobayana y libre de decidir gastos al mismo tiempo.
En fin, no os medicaré más con jarabe existencial. Tomad cafés y hechizaros con el sol. Los regalos de la vida hay que disfrutarlos como si cada día fuera Navidad.
martes, 5 de octubre de 2010
Y sólo me dolía un poco la espalda
Los lunes siempre son mal día para todo, la verdad. Son la banderilla que culmina el fin de semana. Aún así, sabiendo que me jugaba el tipo y el alma, decidí que me iba a ir al videoclub a agenciarme algún tipo de ficción para aligerar la existencia. Así, sin más, me encaminé hacia mi surtidor de historias. De vuelta, y con la espalda como un ocho, me paré por pura curiosidad, atraída por un imán invisible, en un centro de masajes. Pregunté cuánto me costaría mejorar mis dolores. Era dinero para un capricho de lunes, pero me dolía la riñonera bastante. Paralelamente empezaron a llegar parejas al lugar. A punto estuve de largarme, ya que mi cuerpo se puso en modo ataque defensivo: ni hablar de compartir espacio con parejas que hacen yoga de pre parto. No en un día como ayer. Luego me di cuenta de que ellas no tenían bombo, y que en realidad iban a bailar swing.
Todo muy Berlanga. El caso es que me dieron un señor masaje y básicamente me dijeron que de qué guerra venía. Esto es la segunda vez que me ocurre en un periodo no demasiado largo.
Con la espalda ligera pero la cabeza en modo existencial, acordé con mí misma hacer cambios sustanciales. Ya tengo la lista de la compra a medio hacer. A ver qué pasa.
Todo muy Berlanga. El caso es que me dieron un señor masaje y básicamente me dijeron que de qué guerra venía. Esto es la segunda vez que me ocurre en un periodo no demasiado largo.
Con la espalda ligera pero la cabeza en modo existencial, acordé con mí misma hacer cambios sustanciales. Ya tengo la lista de la compra a medio hacer. A ver qué pasa.
lunes, 4 de octubre de 2010
El ocaso de la modernidad
Mis vecinísimas et moi, algo así como un organismo univitalino y multidisciplinar, nos dedicamos el finde semana a vagar por diferentes escenarios y decir a casi todo que sí. Después del fiestón del viernes, con polis malos incluidos y perpretación de ruidos y borracheras, nos retiramos al campo. No sin antes facilitar una hermosa falsa identidad: Lourdes Hernández, con DNI bla bla...vive aquí y es la encargada de ese chapoteo de ruido infernal. L.H. es la cantante de Russian Red. Para la próxima vez el poli que esté atento, o le diré que soy Iggy Pop.
Llegamos a esos campos divinos de Dios donde las excavadoras todavía no han desvirgado los maravillosos surcos llenos de piedras y gusanos. Era un festival de performances campestres. No está mal, pero no se si achacarlo a la juventud del artisteo o a que tengo una sensibilidad neorromántica alejada de los parámetros actuales de moernidad, pero no me despertó grandes emociones. Lo que más me gustó fue un niño que destrozaba pelotitas de barro a mi lado. Era un pequeño artista al margen del comisariado oficial.
Y por la noche, todavía bañada de mar, ya que ayer me despedí oficialmente del verano y su mar de esculturas silenciosas, me fui a ver al graaande Pau Riba. Este señor tiene más energía que toda la central de Vandellós junta. Me encantó. Primera filas, ojos como naranjas y poemas para su madre de 90 años (entre otras piezas deliciosas). Yo me fui a casa bailando jotas, porque con gente así soy MUY FELIZ. Bon dia!!
Llegamos a esos campos divinos de Dios donde las excavadoras todavía no han desvirgado los maravillosos surcos llenos de piedras y gusanos. Era un festival de performances campestres. No está mal, pero no se si achacarlo a la juventud del artisteo o a que tengo una sensibilidad neorromántica alejada de los parámetros actuales de moernidad, pero no me despertó grandes emociones. Lo que más me gustó fue un niño que destrozaba pelotitas de barro a mi lado. Era un pequeño artista al margen del comisariado oficial.
Y por la noche, todavía bañada de mar, ya que ayer me despedí oficialmente del verano y su mar de esculturas silenciosas, me fui a ver al graaande Pau Riba. Este señor tiene más energía que toda la central de Vandellós junta. Me encantó. Primera filas, ojos como naranjas y poemas para su madre de 90 años (entre otras piezas deliciosas). Yo me fui a casa bailando jotas, porque con gente así soy MUY FELIZ. Bon dia!!
viernes, 1 de octubre de 2010
El infierno se llama Puerto Plata
Aunque la gente tienda a asimilar el infierno al departamento de reclamaciones de paquetería en una multinacional de 97 plantas o una sucursal del Banco de Santander, el verdadero infierno se llama Puerto Plata y está en la Calle Tragí 1. Motivos: comida de zafarrancho: macarrones, arroz, hamburguesas, salchicas con pimientos (?), que el de mi lado insistía que era pene de brasileño (?) y bebidas obtenidas a base de: aceite de castor, semen de rata, cartones reciclados de Don Simon y polvos de Tang.
¿Cómo os queda el estómago? A mí algo revuelto.
En cuanto a la acústica ya ni hablo. Había dos grupos más de energúmenos, uno de ellos suecos (no quiero ni imaginarme la estampa que se llevan del made in Spain), y el otro patrio, que metía unos berridos que bueno, estallaba cualquier tipo de medidor de audición. Abstenerse sonotones.
Me estuve conteniendo 36 minutos hasta que al final grité: ¡Todos al zoo! Parece que nadie se dio por aludido, porque la cosa seguía, incluso iba a más.
Todo ello decorado con unas palmeras que había pintado un artista local hasta las cejas de Don Simón transgénico, acompañado de unas sencillas teles de plasma.
Si queréis vengaros de una ex pareja o volver loco a vuestro jefe, ya sabéis dónde le tenéis que enviar. ¡Feliz finde canalillero!
¿Cómo os queda el estómago? A mí algo revuelto.
En cuanto a la acústica ya ni hablo. Había dos grupos más de energúmenos, uno de ellos suecos (no quiero ni imaginarme la estampa que se llevan del made in Spain), y el otro patrio, que metía unos berridos que bueno, estallaba cualquier tipo de medidor de audición. Abstenerse sonotones.
Me estuve conteniendo 36 minutos hasta que al final grité: ¡Todos al zoo! Parece que nadie se dio por aludido, porque la cosa seguía, incluso iba a más.
Todo ello decorado con unas palmeras que había pintado un artista local hasta las cejas de Don Simón transgénico, acompañado de unas sencillas teles de plasma.
Si queréis vengaros de una ex pareja o volver loco a vuestro jefe, ya sabéis dónde le tenéis que enviar. ¡Feliz finde canalillero!
miércoles, 29 de septiembre de 2010
Lo que hay ahí fuera
No me imaginaba nada especial para un día de huelga general, la verdad. Igual había un riesgo real de que te propinaran un golpe de pala algunos exacerbados sindicalistas, pero supongo que el lastre de la domesticación ya ni te pesa, y te entregas a tu causa ya sin pensar las consecuencias. Nada de boleros sobre la brevedad de la vida y el paso de los años. Semáforo, ráfaga de viento en la cara y word. Siempre word. Te quiero.
La sorpresa que ha emergido, junto a una agradable luz otoñal, ha sido el silencio. Oh Dios que andas oculto por las alacenas y los wateres de macrodiscotecas, existes. Todos los oficios metedores de ruido de la ciudad se han evaporado. Y mis biorritmos lo han celebrado con una leve sonrisa. Y tampoco no he visto rastro del bus turístico. Casi tengo un orgasmo visual en la moto.
Así ha sido. Quizás necesito un traslado urgente a Santa Pola o a un rincón del Pirineo. Porque las pedorretas de las motos quinquis cada vez me aceleran más, así como la sinfonía de martillos hidráulicos que violan el cemento día sí y día también.
Amigos, comed tomates, ricos en licopeno, y aprovechad los últimos rayos de sol. Ars longa, vita brevis.
La sorpresa que ha emergido, junto a una agradable luz otoñal, ha sido el silencio. Oh Dios que andas oculto por las alacenas y los wateres de macrodiscotecas, existes. Todos los oficios metedores de ruido de la ciudad se han evaporado. Y mis biorritmos lo han celebrado con una leve sonrisa. Y tampoco no he visto rastro del bus turístico. Casi tengo un orgasmo visual en la moto.
Así ha sido. Quizás necesito un traslado urgente a Santa Pola o a un rincón del Pirineo. Porque las pedorretas de las motos quinquis cada vez me aceleran más, así como la sinfonía de martillos hidráulicos que violan el cemento día sí y día también.
Amigos, comed tomates, ricos en licopeno, y aprovechad los últimos rayos de sol. Ars longa, vita brevis.
martes, 28 de septiembre de 2010
Cuando digo que no, es que sí
Ya lo vaticinaba un amigo mío, experto playboy y gestor de manteles, que las mujeres desarrollamos un extraño mecanismo para comunicarnos. Especialmente con los hombres.
El caso es que empalmando los aviones que me llevaron a mi destino rústico, me ofrecieron, cual caramelos recubiertos de drojas duras, dos bocadillos que contenían mayonesa (ingrediente que ODIO). Como tenía hambre, y estaba a muchos metros de mis cocidos caseros, me rendí a la química. Y luego, ya no sé si fue por hambre o aburrimiento, me zampé un segundo bocadillo con la misma sustancia venenosa en el interior.
Todo bien, hasta que horas después, hubo un verdadero choque astrofísico en mi estómago: retortijones y desalojo de todo el material que llevaba acumulado.
Moraleja: ¿Es acaso la mayonesa un sucedáneo químico del Fave di Fuca? ¿Cómo dos bocadillos pueden generar descomoposición estomacal? ¿Por qué cuando abandono mi ecosistema siempre tengo algún episodio de barriga?
Llámesele fatum, llámesele "es que no aprendes". Lo ideal sería viajar siempre con un tupper de croquetas de tu abuela, pero claro, entonces no correrías por wáteres ajenos ni lamentarías tu suerte.
El caso es que empalmando los aviones que me llevaron a mi destino rústico, me ofrecieron, cual caramelos recubiertos de drojas duras, dos bocadillos que contenían mayonesa (ingrediente que ODIO). Como tenía hambre, y estaba a muchos metros de mis cocidos caseros, me rendí a la química. Y luego, ya no sé si fue por hambre o aburrimiento, me zampé un segundo bocadillo con la misma sustancia venenosa en el interior.
Todo bien, hasta que horas después, hubo un verdadero choque astrofísico en mi estómago: retortijones y desalojo de todo el material que llevaba acumulado.
Moraleja: ¿Es acaso la mayonesa un sucedáneo químico del Fave di Fuca? ¿Cómo dos bocadillos pueden generar descomoposición estomacal? ¿Por qué cuando abandono mi ecosistema siempre tengo algún episodio de barriga?
Llámesele fatum, llámesele "es que no aprendes". Lo ideal sería viajar siempre con un tupper de croquetas de tu abuela, pero claro, entonces no correrías por wáteres ajenos ni lamentarías tu suerte.
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