jueves, 19 de abril de 2012

Oh Kenny

No te conozco, pero pareces un buen chaval. Ya en tu primer mail te presentaste como Kenny Song, "una promesa para ti y con la mejor reputación". Pas mal, un paso hacia adelante sin falsas modestias, en esta occidentalizada cultura de muchas miradas y poca acción. Lo aplaudo.
Nos hemos enviado hasta la fecha unos 12 mails, y yo no sé ni que hora es en China, pero igual recibo respuesta inmediata. ¿Eres un robot, Kenny? ¿Ya me comes? ¿O tu dieta es a base de tuercas y Tres en uno? Pareces simpático de todos modos.
El mito de los chinos amargados quizás solo haya llegado a la península. Un 80% de los chinos con los que me relaciono siempre tienen cara de seta. También hay alguno más animado, pero pocos tan enrollados como tú. Hoy hasta me has dicho "que tengas un buen día". Y yo te he dicho que same for you.
En fin. Cómo será la vida en Shenzhen, desde donde escribes tan diligentemente. No lo sé. Si eres tan feliz como lo que transmites por mail, me alegro por ti. Será que has encontrado tu lugar en el mundo.
Sin más, espero tu próximo mail puntual y cortés mañana, enviándome una foto del prototipo que te he pedido. Tu en China y yo en Gracia, y parece que nos hemos tomado ya unas cañas. Kenny Song, rompedor de estereotipos amarillos, te deseo un feliz y anónimo día a 9850 km de tu polígono industrial.