viernes, 29 de febrero de 2008

Si Bigas Luna fuera mi vecino

Un día más en la aldea de la publicidad. Cerré el corral con los cerditos dentro y me fui con mr. Endrinas a la presentación de una revista bastante peculiar. Que conste que esto no es un publirreportaje encubierto. Presentaban el número anual de la revista Matador. Y los padrinos de tal magno evento eran Bigas Luna y Toni Segarra: artisteo nacional, vamos. A parte de la música de Rodrigo Leao que me pareció evanescente y que me teletransportó a un mundo de peonias y almohadones mullidos, me quedo con la mini historia que contó Bigas Luna. Dice que cuando murieron sus padres plantó una palmera para recordar a cada uno. La del padre estaba sembrada con tomillo a sus pies, ya que al señor le gustaba tomarse una sopa cada semana de tomillo. La de la madre, en cambio, estaba rodeada de rosas. La gracia final es que la palmera del padre se volvió un poco como él: enjuto y recogido, mientras que la de la madre se puso recia y enorme. Me gustó porque lo contó con toda la naturalidad del mundo. También comentó la generosidad que contiene una semilla de tomate. Una vez él plantó 7 semillas y recogió 32 kilos de bellos tomates.
Vale la pena desviarse antes de llegar a casa para escuchar historias de palas y arena. Necesito un poco de palmera ya. Pensándolo bien, dentro de poco ya llega le weekend. Un beso para cada amante del verde.

jueves, 28 de febrero de 2008

Los hobbies de cada uno

Es maravillosos que la gente te sorprenda. Especialmante los amiguitos especiales, los más cercanos al cuore. Ayer quedé con el amigo 2 para cenar coliflor con patatas, sí, tal cual, un manjar de marajás que todavía no ha llegado a las tierras del Borne y qué felicidad. La risa es que él lo cocina con una especie de flor mecánica, que se supone que mantiene las tres mil cualidades de las verduras sin aparente alteración. Después de la flor, el vino francés de dudosa procedencia y un poquito de Purcell me salta: ¿quieres que te tome la tensión? Glups. ¿Acaso tienes un pluriempleo tipo médico de familia? Y yo, que en principio digo sí a todo, entregué mi brazo cual reliquia de San Antonio de Padua. Me arremangó, me rodeó las chichas con esa especie de camisa de fuerza de los aparatos y empezó a insuflar aire como si me fuera a salvar la vida desesperadamente. 12,7 estás perfecta. Me partía de risa. ¿Qué hobby es este? Lo de coleccionar monedas, dedales del mundo o gatos persas ha pasado a ser totalmente mainstream. Ahora para sorprender hay que acumular caracoles muertos o tambores de Calanda. El caso, es que el amigo 2 se pasea feliz por su casa con su aparatito para la tensión y gracias a Dios no sale en ninguna revista de tendencia. ¡Larga vida a los que van por libre!

miércoles, 27 de febrero de 2008

Los mojitos psicólogos

Un martes más. Una repetición más. Un milagro: gente sin gallinas a las que cuidar te citan a las 8 y pico en una bonita plaza. Todo tiene sentido. La gente ríe, los guiris pasan con sus bibicletas made in Spain, las calles huelen ligeramente a primavera. Fumas un cigarrillo y te da igual haberte pasado 8 horas encerrado en un bonito lugar lleno de ordenadores. El caso es que nuestro pequeño guía espiritual, el sr. Y, nos encaminó hacia un bar feliz, lleno de luces, colores, camarero en principio guapo pero con pinta de filósofo y mojitos. Bien! Una pequeña obra de arte equilibrada con hierba, hielo, licores y caramelos deshechos. Mi naturaleza desequilibrada me pedía morir allí mismo, vaciar mi pena entre pajitas y discos minimal, pero el sentido común de mis partenaires me invitó educadamante a ir a cenar. Fuimos a un bonito bar 2 lleno de madera clara, perros labradores domesticados que te miran jurándote amor eterno y grandes bocadillos hechos con pan llenos de semillas. Allí seguimos diseccionando vidas propias y ajenas, si vale la pena casarse, si es un gran engaño encubierto, el arte de sobrevivirse a uno mismo y no aburrirse bla bla...Hablando del percal amatorio, declaré mi profundo hastío hacia ese subgénero de tíos-as que hacen bromas que no hacen gracia. Al cabo de un nanosegundo, aparecieron dos graciosos y expertos en el tema. En fin, nunca es tarde si la dicha es buena. One more time me entrego a mi pc y cierro el chiringuito. Que hable el de los mojitos o calle para siempre, sé que estás leyendo entre manteles :)

martes, 26 de febrero de 2008

En tres palabras: él lo llevaba

Estaba esperando al semáforo con mi legión de legañas habituales cuando he visto pasar la típica avalancha de madres, padres, abuelas y niños que van a la escuela por la mañana. Hasta ahí todo normal. Lo que me ha gustado más ha sido la pareja padre moderno, que podía venir del Sónar perfectamente a las 8 de la mañana con niño de la mano. En un momento de esos robados que tenemos cada día, el padre ha abierto la mano y ha asomado un huevito de Pascua enano envuelto en papel azul brillante. Creo que se lo ha dado al niño. Ya no lo he visto porque venían todos los coches y motos de Barcelona a mis espaldas y no podía considerar la opción de que me convirtieran en salchichas. Me he emocionado. El huevito era mono, ellos también. Vale, sí, no tengo ni un plan de ahorro vivienda y pienso en huevitos para niños bajos. Y qué, mejor explicar al mundo que retener en una cavidad oscura. Buenos días.

lunes, 25 de febrero de 2008

Cunit city

El sr. X tiene estos golpes de ingenio: organizar comilonas, salidas en burro, excursiones a santuarios megalíticos y demás, y a mí me parece todo muy bien. Es más, todo lo que implique alejarse del narcoléptico arte de la repetición me atrae profundamante. Ya sea atracarse de mojitos a pleno sol o contar baldosas. Llega el sábado y con él el rosario de rollo-obligaciones: ronda de supermercados, panaderías, mataderos y demás establecimientos de librepensadores. Sí, es una gran ventaja tener euros en el bolsillo para disfrutar de esos hábitos burgeses, pero es que a veces me aburro de mí misma y mis pequeñas circunstancias.
En fin, el domingo se perpetró un homenaje al calçot o especie de cebolla oriunda de estas tierras santas. El ritual fue sencillo y elegante: desplazarse en un tren gratuíto hasta Cunit, buscar la calle Mayor, acomodarse en un hostal que prometía calidad, tradición y grandes digestiones. Y la verdad es que se cumplieron las expectativas. Hubo un grupito que se tomó la comida como una batalla campal contra sus jugos gástricos y se atiborró de calçots, untados con esa salsa taaan ligera, estilo lubricante. Yo, somo soy perdedora por naturaleza, me uní al grupo de los prudentes y rezagados, y me inflé moderadamente. Luego la ronda de porrones, cavas, vinos rancios, ceremas catalanas de extraña procedencia y carquiñolis acabaron de adobar la tarde. Y luego, carrera de caracoles hasta la estación de tren y reconducción al hogar.
Me lo pasé bien, me reí bastante y comprobé guan more taim que el sr. X tiene grandes ideas. A ver si mañana pongo alguna fotico.

calçotada
calçotada
calçotada
calçotada

viernes, 22 de febrero de 2008

La tristeza convertida en espectáculo

Tenía la cabeza como un bombo. Era verdad. Y tenía un mono de olas y ruido bonito del Mediterráneo. Y entonces localicé a mi amiga playera y confidente. Plan nocturno con alevosía. Los relojes jugaron a mi favor. Llegó tarde y sin apenas batería en el móvil. Así tendría más tiempo para observar la gran sopa marina. De repente, como un mini-milagro, apareció en la orilla una melancólica acordeonista que me deleitó durante media hora aproximadamente con cancioncitas lejanas y evocadoras. Me encantó. Parece de peli trasnochada, tv movie tv3sera con lagrimilla final, pero ella bailaba con su pantalón rojo mientras abrazaba el acordeón y le exprimía música. Me retuvo felizmente. Me gustó en el fondo y en la forma. Y a ti seguramente también. El colofón final fue la luna llena sobre el mar, con intervalos discontínuos de nubes oscuras. Un pilla pilla silencioso de ahora aparezco, ahora no.
Y luego decenas de aviones silenciosos que llegaban a la ciudad, impertérritos, ajenos a aquel espectáculo fruto del estrés. Resumen: cuando estés triste y estresado te espero en la playa, cerca de la orilla

jueves, 21 de febrero de 2008

Cuando el corazón se deshace como un flan

A veces pasa. Supongo que los niveles de sensibilidad y colesterol tienen algo que ver en este caso. Puede pasa por ejemplo en el metro. No sabes por qué una mujer de mirada perdida en el techo del vagón se duerme lentamente sobre su cuello arrugado de tortuga, coge el bolso con fuerza contra el pecho, y las piernas no le llegan al suelo. Entonces ves las costuras de sus calcetines y sus mocasines desgastados por el lado izquierdo. Y te da penita. Y le darías un gran abrazo energético e incluso te sacarías el abrigo y la taparías, para que durmiese más a gusto.
Lo de los deshechos en la coronaria puede ocurrir en otros escenarios. A mí me sucede a menudo cuando llego a casa después del trabajo. Después de tragarme unos cuantos tubos de escape, sortear alguna abuelita sin gps, rezar para no pararte en el siguiente semáforo, etc, me suelo tirar en plancha en la cama y miro el móvil que cuelga exactamente encima de mi cabeza. Se supone que hay una mano que saca un pañuelo de la chistera, y hay un conejo y una barita que da vueltas. Todo muy mono y evocador. Y abajo, un saco de patatas sin energía, entregado a la gran rueda, que empuja porque no queda otro.
Eso sí, el siguiente paso suele ser ir a la panadería y comprarme una madalena de flor o de chocolate (variable) y ponerme alguna canción revitalizante. Javiera Mena suele ser una gran aliada contra el efecto flan en el corazón.
Os invito a todos vosotos, que lleváis una fábrica de flanes en el corazón a dar puerta al exceso de stock, de caramelo y de azúcar revenida. Luego uno se siente mejor.

miércoles, 20 de febrero de 2008

Mejor que un amante bandido

Mi vida sin el cine sería tremendamente más seca. No soy I. Coixet, Dios me libre, desde que me espetó un día que ella hacía lo que le pasaba por la gÜevera, más o menos. Yo también, y no monto el número por ahí. En fin, la mujer tendría un mal día, porque el otro día me la encontré de cara en una tienda llena de comida taan bonita y bien ordenada, que la dejé pasar. Y no le tiré del bolso.
En fin, el cine, y por ende las series de televisión, son los miembros de ese libro de familia por el momento semi vacío.
Hace poco, por ejemplo, vi un peliculón, que vamos, me dejó profundamente alienada, y más que nada me encantó: Pozos de ambición, cacosa traducción para un título originalmente tan sugerente como There will be blood: Habrá sangre. Oye, que esto no es una telenovela venezolana, con todos mis respetos, es una peli de pioneros, de locos del petróleo y desesperados de la vida, de hombres y mujeres que no tenían nada que perder, sólo la vida. Habrá sangre y más cosas. El gran Daniel Day-Lewis me fascinó, su gesto, mirada, todo, vamos, no haremos un post de oda a la belleza. La véis, y luego nos ponemos de acuerdo sobre su grandeza.
Siguiendo la línea de perlas contemporáneas, un hurra para No es país para viejos, de los hermanos Cohen. Dura, pero eficaz. Creando submundos como sólo ellos saben.
Otro día seguiré con mi amor por los Soprano, Lost, la tv movie de la señora de la mercería de abajo and so on. La ficción rellena todo lo que nos falta en la realidad. Colágeno y arcilla para la soledad.

lunes, 18 de febrero de 2008

Cómo se desvanece un fin de semana

Es ridículo la manera de vivir que tenemos la mayoría de nosotros: ir descontando días desde el lunes hasta llegar al viernes, para tener algo más de 48 días de asueto para volverte loco y reengancharte al lunes con más adrenalina y felicidad entre pecho y espalda. Odio las típicas conversaciones tipo: quedan 456 días para verano, 235 para Semana Santa y el próximo puente pilla en 56 horas. Mi especialidad es ir al día, encontrarme de morros con el día X y pergeñar algo a la velocidad de la luz para evitar caer en el aburrimiento de mi sofá. En fin. Será el bucle de febrero? Los anocheceres a una hora temprana tipo 6? La falta de calcio? El caso es que a veces la semana se hace laaaarga, y sus horas y su sombra. Pero bueno, al menos las vives con todos sus minutos, eso es cierto.
Como temas estrella del fin de semana: cómo camuflarse en un paso de peatones, la felicidad que reside en un bocadillo de jamón, nadar muchas piscinas (que evidentemente no cuento) y salir revigorizada, como si tuvieras de nuevo algo así como 14 años. Otro tema digno de interés es mi reconciliación con la quiosquera de la calle de al lado y abrazar a un gato pequeño de los que aún no me dan alergia como si fuera un mini saco de patatas. Se dejan querer mucho, qué monos son.
Pues nada, después de esta bola de frases y espejismos, vuelvo a teclear destinos con encanto como Lanzarote. Si pagáis algo así como 400 euros, os podéis facturar allí y disfrutar del dolce far niente. Os deseo una feliz semana cuesta abajo y sin freno.

jueves, 14 de febrero de 2008

La ciencia de la cena para uno

Vivir solo es lo más o lo menos. La fórmula feliz o el barranco que corona una vida desmañada. Yo lo necesitaba. Había compartido piso con diversa flora y fauna y necesitaba lanzar una lluvia de bragas sobre el sofá y dejarlas allí estáticas, congeladas, durante el tiempo que me diera la gana. Y no sentirme culpable. No es que sea una persona especialmente ruidosa, pero qué ilusión cerrar y abrir luces a las tres de la mañana sin el menor sentimiento de culpa. Hace unos años, ir a mear de noche se había convertido en algo peligroso para mí: abrir y cerrar dos puertas, dar luces y tirar de la cadena con el plus de peligrosidad de despertar a dos personas. Está claro que aquí las casas son tipo Cortilandia y que la privacidad escasea. En fin. Volviendo a la vida en uno, un tema que puede ser un poco delicado es el de las comidas. Comer solo en principio puede resultar deprimente. Pero he encontrado varias radiofórmulas para no ceder a la lagrimilla. Eusebio es una de ellas: mi pez. Me siento delante de él y al menos le saludo. Eso sí, últimamente ya no como pescado por respeto a él. Y también he de decir que el tío se caga bastante y si el agua está sucia no puedo comer tranquila, con lo que me he de levantar a cambiarle y volver a mi plato frío al cabo de un rato (no me importa....). Otra fórmula sería comer con algo leíble o bien evitar comer o cenar en casa. Todas ellas son ilusiones ópticas que combinándose con cierta gracia funcionan y alejan la depresión. Se admiten consejos y bálsamos para mejorar la vida de uno. Porque todos la conocemos.

miércoles, 13 de febrero de 2008

Días soleados y tristes

Este es un post egoísta de desapego, de vaciado, de raspado mental. Hace sol, el mundo gira a un ritmo considerable, pero creo que me he salido de la órbita que tocaba hoy. A veces vuelven episodios del pasado, como enormes dejà vu, que te nublan las gafas para miopes vitales. Y luego está el tema "soy una constante insatisfecha". Que es agotador. ¿Vale la pena sacrificar cosas para avanzar a ritmo de pulga o de pez volador? Sí, esto es una gran jeroglífico que sólo yo puedo entender. Pero creo que varios asiduos y adocenados lectores se sentirán identificados con ese estado de bruma en el pecho, lágrima contenida, visillos de telaraña en los ojos. En fin, mañana es el día internacional del amor y no voy a tirar petardos. Encenderé como mucho una bengala. Ayer vi el capítulo de Lost y me dió más bien igual. Entendí que era un grupo de actores haciendo de náufragos en una isla de Hawai. Ya no me creía nada. Y todos parecían más guapos, más jóvenes, más operados. ¿Será una señal de pérdida definitiva de la inocencia? Luego pienso que la primavera está ya casi asomando la cabeza y que en Brasil sirven unas caipirinhas excelentes, y todo parece pacificarse de nuevo e incluso me sale una flor en el canalillo. En fin, caldo y tropezones, mezclado con magnolias. Feliz día tengan ustedes.

lunes, 11 de febrero de 2008

Pactos y comidas de vecindario

Seguimos con el filón vecinos, ya sabemos que a veces los hechos se encadenan de tres en tres, y los vecinos no iban a ser una excepción. El tema que nos concierne hoy es una fantástica comida popular que tuvo lugar este sábado en nuestra terraza con mobiliario vintage y antenas cancerígenas. Los platos, variados y deliciosos. Qué alegría comer spaghetti en grupo cuando uno acostumbra a dialogar con su bistec y con la planta (!). En fin, salieron los temas de rigor en cuanto se mezclan tetas y genitales de diferentes porcedencia. Alguien reclamó ropa interior bonita. También calcetines bonitos, como un bonito envoltorio del objeto de deseo. Yo reclamé en silencio menos chorradas, pero bueno, en cuanto a transacciones de sexo, qué se puede esperar: dame un bote de tomate frito, son 2 euros, voy a abrirlo, me lo como ya. Ya sabemos cómo funciona. Supongo que llevo una feminista dentro del tamaño de una catedral, también confundida, vendida, falsificada. Y luego salió la expresión estrella del día: la papada del pavo, si no recuerdo mal. O sea, a las chicas que les cuelgan cosas de delante, pero de la parte de abajo. Glups. Yo sólo conozco algún caso indirecto.
Resumen: congenie con sus vecinos, puede ser feliz. Y si, duerma bien, coma mejor, y déjese querer. Vuelvo a mis asuntos bursátiles. Feliz día.

miércoles, 6 de febrero de 2008

Llegan los desahuciados

Sí, querida audiencia. Al ritmo vertiginoso que vamos de actualización casi diaria, no podía tardar en llegar nuestro pequeño opúsculo dedicado a los desahuciados. ¿Por qué esa palabra? Porque es rotunda y demoledora, porque la relaciono con acciones contundentes que arrasan, cual monstruo de Lost, cual recaudador de impuestos desalmado. Eso es el deshucio y lo demás son tonterías. Y el mayor de los de todos ellos es / son los relacionados con el corazón. Y este no es el típico caso de conozco a un amiga y luego resulta que eres tú. Este es el caso de la amiga real, que vive su vida anónima, pero le dejaron el corazón como el camping donde se instaló Atila antes de invadir los Balcanes. Y él, quién iba a ser sino un terrorista del amor. Se vendió como alguien imprescindible en su vida, como el kleenex o la aspirina que todas necesitamos. Y luego la fiebre. Siempre conmigo, todo conmigo, sólo conmigo. Luego llega la falta de autonomía y autoridad: pasas a ser un nuevo apéndice aún por catalogar de su cuerpo. Y estás esperando el autobús y piensas que por qué estás envuelta en una relación que no te hace feliz, a la que tienes que dar más explicaciones que a tu madre y que en resumen no te acaba de propulsar hacia el Buen Camino del Amor. Resumen: él era argentino (como si fuera yugoslavo, no sé hasta qué punto esto fue decisivo), camarero de postres, bien dotado (enganche, atención), pero un terrorista del amor al fin y al cabo.
Bueno, aquí tenéis este pequeño esquema de lo que pasó. No sé hasta que punto las balas de plata amatorias os han perforado, malherido, sesgado la moral. Os recomendaría un buen chaleco anti balas, pero qué coño, las cosas mejor vivirlas sacando pecho. Feliz día, lectores continuos.

martes, 5 de febrero de 2008

Cómo maquillar un lunes

Lo de ayer puede decirse que roza la proeza. En un margen de 2-3 horas pasé del llanto a la risa y de la risa al llanto, me robaron la chaqueta, a mi amigo la suya y su ordenador, me comí una ensalada rancia, fui a una comisaría que resultó que estaba cerrada (?) y decidí salirme por la tangente e inflarme a mojitos para olvidar o celebrar que no pasé por todo este trance sola. Esa es la lección del día. Que no estoy sola. Y eso es lo más bonito de todo. A pesar del berrinche que te coge acompañado de las preguntas: ¿por qué a mí? ¿me paso el día currando y ahora esto? bla bla, fue levantar el teléfono y tener un estupendo equipo de asistencia emocional en mi bolsillo. Bonito. Luces, serpentinas, celebración de la vida. Para no llenar estas líneas de bazofia burocrática, nos centraremos en los episodios que acontecieron en el bar cubano. Allí, como por arte de birlibirloque apareció el grande y ecuménico sr. Muniente o cómo encarnar el surrealismo con dos patas. Su modus operandi es ampliamente conocido: aparece detrás de una ventana, te saluda, te dice que sólo se toma una cerveza contigo y al final cierras el bar con él. Las citas destacables de la noche serían: ¿tú y tu prima estáis enrolladas? (y yo me digo a mí misma, cuánta lesión cerebral hay en el mundo derivada de pelis porno de tercera), ¿por qué no me compras una línea de ADSL?, ¿por qué no me haces una web? y así hasta las tantas, cuando ya no me acordaba de si estaba en Barcelona o en Pekín. En fin amigos, cuidado con los bolsos, bolsas e impulsos varios. Os sugiero el plan visita al cubano el lunes: hay sitio, buena compañís, mojitos galácticos y sorpresas varias.

lunes, 4 de febrero de 2008

Caldo's night

Llega el domingo como una ola gigante con resaca incluida que te lanza a los acantilados del lunes. Paralelamente llega el equipo de salvamento del domingo: las vigilantes de la finca o sea, las vecinas. Nada mejor que una cena con mucho sujetador y ropa que no te pondrías seguramente para salir a la calle para salvar ese abismo que es el inicio de la semana. El eje de la cita era zamparse una marmita del tamaño de un huevo gigante llena de caldo. Personalmnete yo le habría echado una tonelada de fideos y estrellas al caldo, pero perdí la moción por 2 a 1 y nos tomamos el caldo con sus amigos afines: la pelota (yummy!) y un sinfín de mini zanahorias y mini coles. Y para amenizar, conversación destilada cosecha del 76. Desamores, enumaración de todos los ruidos que se pueden oir en un edicio como el nuestro, lista de los imbéciles más famosos que ha pasado por nuestras vidas, la receta del caldo de la felicidad o cómo una mujer sola puede transportar un violoncelo sin morir en el intento. La verdad es que te ríes, y mucho. Y encima estaba altamente amenzada de publicar todo lo que se coció en aquella casa en el blog. Y yo, que soy una fiel servidora de los ejércitos de fieles lectores que mueve el champán rosa, me entrego a la causa y aquí tenéis la crónica matinal. Por cierto, en breve va a haber un post que se llamará Desahuciados. Seguid devorando y disfrutad. Y lo de siempre, comentar, alarga la vida, facilita las erecciones y te ayuda a limpiar el alma. ¡Feliz lunes!