miércoles, 30 de septiembre de 2009

Toda esa energía, aquí está

Este vídeo es un compendio de varias de mis grandes pasiones, todo muy low cost, como la vida misma.

Joe Crepúsculo: Toda esta Energía from Venga Monjas on Vimeo.

martes, 29 de septiembre de 2009

Cómo es la Wintertour

Nada mejor que algo grande y que se mueva para disminuir la depresión semanal. Y no estoy hablando de órganos sexuales, sino de películas.
Fui a ver The September Issue, el docuemental comentadísimo sobre la temidísima A. Wintertour, la directora del Vogue americano. A nivel profesional estoy segura de que esta mujer es una máquina, pero como persona, es más enigmática que la famosa esfinge. Y eso que llevan el mismo peinado, por algo será.
El caso es que me pareció muy interesante ver cómo crece de la nada una revista de moda, donde todo parece gratuito y sin fundamento, hay en el fondo toda una serie de procesos, iconografías y mensajes subliminales altamente interesantes.
Se percibe la moda como la numismática o la taxidermia, algo que no está mal pero que queda reducido a 4 connaisseurs. A ver, la moda es un fenómeno extendidísimo, pero los que reconozcan un Balmain o un Poiret a la legua, son bastante inferiores en número. Los amantes de Bershka son como manchas de petróleo incontrolables.
Y esta mujer se toma la moda con la misma seriedad que un ingeniero de puentes realiza su trabajo: a fondo, con pasión, cálculo perfecto y mano firme.
Eso sí, la cara que tenía su secretaria, reflejaba una rutina despiadada y carente de cualquier signo de cariño. Las más bregadas ya pasaban de ella directamente.
Lo que está claro es que el que sobrevive en ese despacho, puede subir al monte Fuji en chancletas o ponerse a traducir textos del sumerio. Lo tengo muy claro.

lunes, 28 de septiembre de 2009

Hacia rutas salvajes

Parafraseando (oh verbo quijotesco) la interesante película de Sean Peann donde un jovencito lúcido e idealista lo deja todo para irse a Alaska porque el sistema apesta, yo lo dejé todo para irme a l'Empordà. Y no a cualquier mirador con esos prismáticos que seguramente te dejarán ciego sin que te des cuenta, sino a la a partir de ahora Gran Fiesta de Bassegoda.
La idea es rememorar esa época de boy scout que todos tuvimos, o bueno, si no la tuvistes, básicamente es una estupenda oportunidad para amanecer entre árboles y saludar a las arañas (me traje una en la chaqueta sin darme cuenta).
El caso es que fuimos al prado elegido para la ocasión, cenamos en comunidad y luego digerimos delante de un fuego tipo sagrado que te lleva al inicio de los tiempos. Esta vez, por eso, no había búfalos. Bueno, quizás sí, pero disfrazados de hombres.
El gag de la noche fue escuchar a una señora que repitió unas 8 veces (de verdad) que no le habían quedado los buñuelos como otros años, y que seguro que alguna fuerza diabólica (o quizás sus hijos directamente) los sacaron del congelador y claro, su reputación de gran buñuelera se había ido al garete. Era tronchante.
Se lo tomó como algo tan personal que se fue a buscar unas parrillas para calentarlos y...bla bla, dar trescientas vueltas por la esplanada repitiendo la palabra buñuelos.
También hubo concurso de cremats (a nosotros nos salió un remedo de Frenadol hotlemon mezclado con mojito caliente), excursión, arrossada popular, bailes de polka y concurso de estirar la cuerda.
Divertido y tronchante, quién necesita un perrito pekinés o un manual para aprender mandarín en 7 días. La respuesta a casi todo está en el bosque.

viernes, 25 de septiembre de 2009

Algo así como las invasiones bárbaras

No sé si es mi naturaleza hipocondríaca y a veces misántropa, o simplemente el paso del tiempo. Recuerdo perfectamente las palabras de mi padre. ¿Amigos? Cuando te haces mayor puedes contarlos con los dedos de las manos.
Entonces yo, embravecida como de costumbre por mis hormonas y desequilibrios varios, le solté una perorata sobre el sentido de la vida, los grandes valores del hombre, todo muy El Club de los poetas muertos cruzado con las Invasiones Bárbaras.
El hombre, que ya peinaba canas por entonces, se limitó a un: ya me lo contarás tú misma. Y ese día ha llegado.
La tercera década prodigiosa es esa edad donde se navega-naufraga por diferentes caudales y corrientes, desde la presencia de un tardío acné combinado con incipientes arrugas, a la visita a numerosos hospitales sección neonatos para felicitar a tus amigas parideras, a la inauguración de hipotecas, para acabar con unas perspectivas de alargar la soltería hasta los 78, viendo los niveles de irresponsabilidad masculina imperantes.
Porque es cierto, y no quiero hacer de esto un púlpito erradica-hombres, pero si a nosotras nos cuesta caer del guindo, a ellos, vamos, necesitan un helicóptero de emergencias que les aterrice en la pista del Mundo Real señalado con líneas continuas fluorescentes. Porque la palabra compromiso masculino está tomando la dimensión del quebrantahuesos: quedan escasamente 54 en toda la península ibérica.
Las buenas noticias son que mi mundo de ficción cada día es más rico, eso sí, contrastado casi cada noche con la almohada.

martes, 22 de septiembre de 2009

Sólo las tiritas del amor pueden salvarnos

Pero no amor entendido como mete-saca, magreo, horribles bombones Mont Cherie rellenos de LSD en fechas señaladas o apestosas tarjetitas troqueladas con mensajes que invitan a quemar fábricas de azúcar. No, sino amor entendido como a-mor al prójimo.
Las ciudades andan desquiciadas y no pretendo hacer demagogia. Un ***** me pita ayer desde un coche y me grita y le digo si tiene algún problema y me mete un sermón con un tono chulesco que le hubiera rebanado los sesos en caso de ir armada. Pero me tuve que consolar con la idea de lo mal que lo debe pasar el pobrecito en sus carnes y sus pieles y bajo su relojazo y polo de 97 euros.
En la parte más humana una amiga se separa de su pareja. Y después de comentar el tema del derecho y del revés, cómo sufrimos, cómo lo sufren, el peligro de un móvil en manos de una mujer desconsolada, la peste de los contestadores, etc...no me queda nada mejor que ponerle un vídeo de Youtube para que ejercite la mandíbula, y darle un abrazo.
Es el único loctite recomendado de ser humano a ser humano.
En fin, después de esta oda al pequeño hippie que llevamos dentro, me retiro a mis carpetas de trabajo. Tened cuidado ahí fuera...

viernes, 18 de septiembre de 2009

Elixir semanal

Siempre que la comunidad del Canalillo monta algún evento, la escalera parece el backstage de la Pasarela de París. Escaleras arriba, correteos abajo, llamadas encadenadas, timbrazos...Ayer, desafiando a los elementos, proyectamos Bar Vulcano ¡con sonido! (el estreno fue eclipsado por la euforia de los participantes en el documental que gritaban cada vez que se veían en pantalla, con lo que no pudimos oír casi nada). Éramos pocos pero bien avenidos y me encantó ver pasar rebaños de nubes rosas amenazantes que seguían su peregrinaje sin hacernos ni caso.
Y tomamos unas cervezas, y te reconcilias con la vida, porque al final los cuadros de excel son solo un componente más. Y hasta el gruñón oficial del reino se rió, con lo que llegas a la conclusión que las pantallas de LCD encadenadas las carga el diablo y que la llegada a las oficinas siempre va acompañada de caras deprimidas y congoja interior, por el sólo hecho de adentrarte en una oficina. Y es una pena, porque parece que hasta el día en que algún médico te da una noticia peligrosa estcrita en un papel inteligible, hasta ese mismísimo día, no te das cuenta del valor de tu vida.
Coexistimos también con la necesidad imperiosa de asociar nuestra existencia a grandes señales: el día que apareció fulanito en mi vida, el día que me nombraron jefe de planta, el día que...Pasó una mariposa volando. Ese momento puede ser algo digno de celebrar. Feliz finde entsunamiado.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Sólo nos queda ir hacia arriba

Ayer era uno de esos días en que cada segundo de la tarde se transforma en un Himalaya que se funde en un K3, pasando por el Kilimanjaro, con altas dosis de congoja y descalabro general. A dónde voy, de donde vengo, dónde está la catapulta que me lleva al mullido torreón libre de impuestos y obligaciones, bla bla..
Entonces, gracias al internet, tropecé con un ser esperanzador: Hugh McLeod. Aunque os dediquéis a la instalación de ventanas y coberturas de PVC os paso sus consejos, porque son como una tableta de chocolate gigante: te alegran el día.
Yo me quedo con Ignora a todo el mundo y Todo el mundo tiene un Monte Everest que escalar en esta vida.
Y sí, las paellas son maravillosas, así como las puestas de sol privadas, hacer la croqueta en la cama y una buena película con enseñanza o no.

Aquí la Biblia del amigo McLeod.

Y si tenéis que gritar en algún momento dado, hacedlo, porque no somos teletubbies domesticados. Tenemos sangre y otros órganos interesantes debajo de esta piel de cerámica.

martes, 15 de septiembre de 2009

El equipo A se va a Burgos

Amigos, más acción y menos preocupacción. Ha muerto Patrick Swayze, muere el pez Eusebio, y una parte de nosotros muere (así como un gatito) cada vez que generamos pensamientos negativos y visualizamos un mirador telescópico con la idea de matar a alguien sin sangre de por medio. Burgos es la nueva arcadia. Siempre lo que tenido muy claro.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Levántate y anda

Un motorista con sus mocasines color crema se planta a mi lado en la bonita cola de bienvenida a todos los padres acompañados de hijos dormidos, incubadores una depresión que todavía desconocen. Y me suelta: "Ya echábamos de menos, esto, eh". A lo que sale de mi boca: "Yo los mataría uno a uno". Sonrisa y sonrisa.
El motorista ha desaparecido de mi calzada y yo de su vida, seguramente santiguándose de los niveles de cabreo colectivo que asolan la ciudad.
Y es que estamos sanos, lozanos, renovados, bien alimentados pero cautivos. Hijos de la repetición. De las compras a plazos y las absurdas conversaciones de ascensor.
Sólo cuando estás conduciendo a 120 por hora en medio de una cortina de agua, piensas, una maniobra en falso y aquí me quedo. Entonces entiendo que sólo con dosis extras de adrenalina nuestra vida cobra sentido. Sólo cuando esperas unos resultados médicos que te aseguran un salvoconducto hacia el reino de la salud, valoras tu existencia en toda regla.
Sólo cuando tienes 3 perros y un periquito o 5 hijos a los que fregar, planchar y cocinar, te olvidas de la palabras yo y circunstancias personales.
Un lunes existencialista más. Bienvenidos. Ya estamos casi todos.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Tan real como la vida misma

Back to the classics, la letra de esta canción me explica un poco más como es la vida.
Corolario:
Si sales un miércoles, levántate el jueves.
Si te pasas el día quejándote, vas a necesitar una buena inyección de bótox en el entrecejo (y van caras)
Si no te gusta algo, cámbialo (o al menos lo intentas)



Bola extra: ¿Por qué leches me cuesta tanto concentrarme para trabajar?
Feliz puente nacional, día del abrazo internacional.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

La posibilidad de recrearse

Es tan humano y mundano caer en nuestro propio charco de lodo, que a menudo se nos olvida ponernos las katiuskas de emergencia para salir cagando leches del atolladero. Porque no hay nada peor que repasar una a una las cuentas del collar de penas. No hay quien se recupere de la ducha de realidad: ojeras, sequedad de boca, cansancio y una mezcla de melancolía con parálisis total de cuerpo y espíritu.
Aferrémonos a la estupenda teoría de los contrastes. Uno se parte de risa después de salir de una bonita reunión sobre cómo diseñar una campaña para potenciar el papel de el dormitorio en el hogar y subir las ventas como la espuma. Uno valora el verdadero tomate pristino después de comer en el bar El Cebec una saludable composición a base de fritanga aderezada con aceite de... cardo rebozado quizás? Valoramos el abrazo y el gesto amigo después de alguna tormenta sentimental con evacuación incluida.
No podemos seguir un esquema lineal de equilibrio y sonrisas amaestradas. El zoo diario son azotes en el culo y bistecs envenenados, caramelos sorpresa y encuentros con mujeres de armas tomar para ver Sexo en Nueva York y darnos cuenta que esas divinas geishas se pasan el día tensando músculo y esteticista. Y que no conocen ni el Keisy ni el dependiente de la tienda de recambios eléctricos de nuestra calle.
Sin duda, otro apasionante episodio de Canalillo productions por diseccionar.

martes, 8 de septiembre de 2009

La responsabilidad de apellidarse Coixet

Todos ladraban en mis oidos que era un pastel, que el actor tenía michelines, que en lugar de sexo aquello parecían las matrimoniadas del gran Moreno pero en versión estética y globalizada. Decidí comprobar las cosas con mis ojos y mis manos.
Entonces pienso, como ya parto del nivel subsuelo, sólo me queda caminar en vertical. No está mal la peli. Ole los guevos de la Coixet de levantar este tipo de catedrales de celulosa (porque aquí todos opinan y acaban cenando comida pre-congelada y practicando la postura del misionero por puro aburrimiento).
Entonces pienso, querido actor, igual en un film francés quedas de lo más erótico, sugerente, tórrido, pero en Japón, regentando una tienda de vinos, no te creo. Pareces mi vecino intentando pasar por una acordeonista rumana. Me chirría.
Qué pena, con todo ese despliegue estético, sensorial, bellísimos atunes al sol, pestañas kilométricas cargadas de rímel, y un affaire que me pone menos que una bota de alpinismo.
Pero el cine estaba casi lleno, a pesar de ser lunes y tarde, con lo que puedo felicitar a miss Coixet por seguir levantando a gente de sus sofás y desplazarse a otros sofás colectivos. Al menos tuve la sensación de irme de vacaciones al Japón un rato.

lunes, 7 de septiembre de 2009

De domingos y animales

Los domingos, a pesar de ser el día oficial de la depresión, suelen ser el día en que tienes tiempo para todo. Así que el domingo es el día oficial de lectura en la batcueva, o sea, mi casa. Estaba plácidamente enfrascada con las aventuras de un chófer indio, cuando oí varias onomatopeyas procedentes del jardín. La gata Paquita, como si huyera del coyote y de los epxlosivos ACME apareció en un balcón vecino con una pluma entre sus morros gatunos. Me miró, la miré, cerré la puerta. Ya te apañarás. Mientras no nos traiga a Melrose Place la gripe A vía paloma muerta, vamos bien.
Y por la tarde, cuando la melancolía crece como una silvestre enredadera, celebramos una sardinada popular. ¡Bien! Y música brasileña, y unas cañas amigas y reencuentros post verano y pan con tomate. Entonces las palabras retrasado emocional, despertador y celulitis desaparecen, y todo está en sus sitio, disfrutas de La Vida y eres FELIZ.
He llegado a la conclusión este fin de semana que funcionamos por contrastes. Si no hubiera malentendidos, no llegaría el abrazo de reconciliación. Sin presentaciones amasadas a base de pogüer point, no habría sardinadas. Y sin domingos, no tendríamos lunes. Ya estamos de vuelta.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Nos bajamos al moro

Los astros se han alineado y parece que finalmente montaremos cine club en la terraza. Ayer celebramos cena estratégica para repartir sardinas y cables (porque va a ser cineforum-sardinada) y de paso celebramos el reencuentro de los integrantes de la Comunidad del Canalillo, o sea mis santos vecinos et moi.
Hicimos un intensivo repaso del verano. Creo que el scoop de la noche fue el siguiente: una fogosa vecina espía al único integrante masculino de nuestra comunidad. ¡Tachán! Como nuestros pisos son lo que yo denomino extreme buildings, o sea, te cueces en verano y te hielas en invierno, en los meses de calor hay que ir ligerito de ropa. Mi vecino se pasea como un pequeño Tarzán tañedor de violín, porque a eso se dedica. Gracias a las dulces melodías de su violín ha conseguido encandilar a una bella gitana que vive enfrente. Un jardín separa sus destinos, así como diversas sonatinas de Schubert. La cosa se pone interesante. La pena es que con el otoño Tarzán va a tener que cubrirse con alguna piel de oso para no morir congelado. ¿Conseguirá mantener el interés de la gitana? No se pierdan la próxima entrega del Violinista y la gitana, una producción erótica-festiva del champán Rosa! Por cierto, este domingo sardinada hacia las 7. Traed bebidas espirituosas y una risa puesta.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Muerte por modernidad

Y sí, amigos, a las penas puñaladas y salidas nocturnas. Mi incombustible amiga P me reclamó para asistir a concierto infestado de un género más peligroso que el champán: los modernos. Fui incauta y me presenté parca en palabras pero dispuesta a evadirme en caso de necesidad. Primeros síntomas: colección otoño-invierno del 59 de gafas de pasta vintage sólo disponibles previo apuñalamiento de sus propietarios.
Seguimos con conversaciones de pasillo sobre la percepción y la investigación de la sonoridad. Acabamos con poses en apariencia despreocupadas pero que encierran altas dosis de ego, conciencia de clase y arte y ensayo.
Tuve varias visiones simultáneas: podría estar en mi casa viendo una de mis series, no quiero tener 48 años y seguir rodeada de gente que dice metafísica cada 6 palabras, bueno, no está tan mal (todo porque alguna de las canciones decía “recordando la maqueta de nuestro antiguo colegio”).
Volví a mi casa en silencio, recordando visualmente a estso individuos pálidos, embebidos en tinta existencialista, que tocan el tambor con toda la fuerza del mundo, porque es la única conexión con la vida que todavía tiene sentido.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

La hora en que todo pesa

Los expertos la ubican entre las 7 y media y las 9 de la noche. Es la peor hora del día del trabajador, con diferencia. En ese ínterín se acumula cansancio, hambre, nostalgia de algo mejor y mala leche. Es difícil superar ese estadio, lo confirman varias fuentes consultadas, pero hay maneras de engañar al espíritu y disuadirle de que en el fondo, nada es tan terrible. Puedes ir a la tintorería, comprar un ungüento para el pie esguinzado de tu ex novio, adquirir el brioche más grande de la panadería o regar las plantas. Lo ideal es combinar un par de cosas para sentirte realmente ocupada/o.
Si tu estado ralla el optimismo puedes desplazarte al supermercado más cercano y hacer la compra del mes (esa que implica suavizantes y anti polillas). Si los ánimos decaen, parada obligatorio en un bonito escaparate y si la depresión se manifiesta en forma de compra compulsiva, prepárate a desnudarte y probarte algún trapo que seguramente añadirá 50 gr. de endorfinas a tu ser.
La estandarización, repetición, industrialización del individuo es lo que tiene. Que todo el mundo da por hecho que va a funcionar sin problema alguno, con perfecta precisión, pero la materia prima está hecha con vísceras y recuerdos, sudor y taquicardias. Por eso falla tan a menudo.

martes, 1 de septiembre de 2009

Girando que es gerundio

Vuelves a tu mesa y a una distancia equidistante de la bandeja de entrada se alinean de nuevo los documentos de siempre esperando actualizaciones. Ves a los mismos cabezabolos de siempre a tres metros de tu pantalla escanear con precisión fotos de alta definición de exuberantes caucásicas ataviadas con 69 cm. de lycra. Percibes, en definitiva, la enésima vuelta de la rueda. O lo que es lo mismo, el eterno retorno. Las abuelitas regresan a sus circuitos habituales sorteando mierdas de perro. Las gitanas del barrio salen cuando cae la noche a colonizar las aceras y a pasear sus frondosas melenas. Y los retrasados emocionales de turno desaparecen de la faz de tu teléfono debido al eterno bloqueo de no se sabe todavía bien qué chakra.
Nos empeñamos en que nuestras vidas sean como un Vogue, donde todos viajan, tienen ranchos, conocen a jóvenes herederos, se sometan a rinoplastias y peelings químicos, estrenan amantes y tarjetas de visita con grandes puestos directivos, pero la verdad es que nuestro flujo de emociones diarias no va más allá de ver si la viejita pisará la mierda en forma de torre de Pisa o descubrir con satisfacción que la piscina está despejada de pervertidos.
Un retorno es lo que tiene, que todo permanece básicamente como estaba. Menos las obsesiones y el moreno, a veces magnificados por el calor y los biorritmos repetitivos. Otros, totalmente desparecidos.