jueves, 28 de enero de 2010

Con lo aburridos que estamos, no me extraña

Ayer en el trabajo había un ambiente febril, pero no porque alguien estuviera transportando un órgano clave entre hielos para una operación a vida o muerte o porque teníamos una entrega de esas que cambian el curso de la historia de la publicidad.
No. El follón que había era por la presentación del Ipad. Lástima que no lo grabé a tiempo. Corrillos de homo sapiens se reunían alrededor de las pantallas moviendo sus extremidades nerviosamenre y gritando ¡Ahora, ahora! Yo me reí, pero en lo más profundo de mí misma pensé: ¿este es el tipo de hombre que me espera en una esquina secreta? ¿Estos tipos van a dirigir este trozo de tierra en un futuro? Taquicardia, me pongo el abrigo y me voy a mi cueva particulal.
De camino a mi casa, evadida por la velocidad entendí que la gente se entregue con tal fervor a los nuevos cachivaches tecnológicos porque la vida resulta tan aburrida que no hay episodios dignos de reseñar.
Lo de conocer a alguien arrebatador, salvar gatitos, dar con la fórmula secreta del Viagra o imaginar un artefacto que te haga la cena mientras tú haces un sudoku, sucede pocas veces al mes. Por no decir al año.
Entonces, el resto de los días caen bajo el yugo del aburrimiento y la repetición. Y yo me pongo neurotiquísima, porque la rutina me puede.
En fin amigos, con o sin Ipad, salid ahí fuera y divertiros. ¡Que buena falta nos hace!

miércoles, 27 de enero de 2010

Haciendo el perro y la paloma

Me apunté a yoga con la bendita esperanza de tranquilizar cuerpo y mente, domesticarlos un poco, alejar pensamientos poco edificantes como eliminar a un presidente de una República Bananera o dejarlo todo y unirme a algún grupo ecologista para fomentar la reproducción de las tortugas y otras especies en extinción.
Total, que ayer fui a yoga y tuve que reproducir con mi cuerpo un montón de animales, aquello parecía el zoo municipal versión libre. Entre el perro, la paloma y la cobra, me quedé tullidísima, eso sí, trabajé como una joven estajanovista durante toda la tarde.
Hoy, a falta de perros y palomas, tengo la cabeza a la altura de las Islas Feroe y mi cuerpo se niega a obedecerme. Es ua práctica habitual.
En fin amigos, desde el centro de la tierra me despido de ustedes. Muevan cuerpo y mente, sincronícenlas de vez en cuando y sigan cantando bajo la ducha. Son esas pequeñas acciones que le reafirman a uno como ser humano y le reconcilian con la vida.

martes, 26 de enero de 2010

Rodeada de responsabilidad

Amigos, el sol brilla, las canas campan a sus anchas por mi flequillo y sí: mis compañeras de generación siguen teniendo hijos y comprándose casas. Mientras, en mi microcosmos, yo me dedico a borrar números de teléfonos de eternos Peter Panes y a criticar los perfiles de nadadores egocéntricos que campan a sus anchas por los carriles de las piscinas públicas. Cierto es que los comportamientos humanos se reproducen en todo tipo de escenarios, y la piscina no es una excepción. Odio con especial dedicación a esos machorros, algunos con pelos en la espalda, otros no, que te adelantan en plan, he estado en Pekín y en Londres voy a arrasar, que lo sepas. Que entreno cada lunes 12 minutos para fastidiar a otros nadadores pre-olímpicos e irme a casa hinchado como un pez globo. (completar con los insultos que cada uno quiera)
Esto lo tenía que contar. Pero el tema inicial de la digresión de hoy era que mientras amigas mías van por el camino del deber, yo ayer pergeñaba un nuevo sistema de financiación. Se trataría de una página web donde cada día enseñaría mis estupendas tetas previo pago de 1 euro, cada día con un mensaje diferente pintado. Tipo peep show interactivo y activista. Y como no con mensaje. Me podéis contar si participarías. Yo por ver algo interesante (y con mensaje) pagaría 1 euro y mucho más.

lunes, 25 de enero de 2010

Otro día más

Aunque fantaseaba con la idea de cerrar este santo blog porque está criando telas de araña, se lo he comentado con mi compañera de mesa, que ha ceñido la frente automáticamente y me ha soltado un ¡Ni hablar! que no he tenido más remedio que acatar.
Aunque somos adultos y maduros, la casi totalidad del tiempo, siempre hay una parte adolescente que reside normalmente alrededor del codo izquierdo, que sueña con no ir al trabajo, con hacer alguna gamberrada, con destruir esa presentación que va a facturar 20.000 euros a su jefe, etc...Este preciso momento es uno de esos. Tengo que averiguar para un proyecto técnicas de mutilación artística, auto agresión y performances con el cuerpo, y ahora mismo me pregunto: para qué, para quién, hacia donde. Sip.
Y he borrado el teléfono de mi último fichaje, porque una persona que no se manifiesta en 21 días merece un botón rojo y el total anonimato. Su operación se ha efectuado correctamente.
En este bonito día de enero os animo desde este discreto foro a seguir tirando del carro con alegría, porque igual dentro de dos horas nos ocurre algo maravilloso, y sólo por eso ya valdrá la pena estar vivo y con una nube de pereza persiguiendo nuestras nimias trayectorias. Y si alguien afirma que está vivo, se agradecerá.

viernes, 22 de enero de 2010

Horror en la gasolinera

No es que se avecine la apocalipsis, en principio, así, a corto plazo, en 20 minutos, no lo creo, pero está al caer. Al menos se están sucediendo una serie de implosiones de mal rollo a cargo del 80% de los ciudadanos de esta bendita ciudad.
Ayer, sin ir más lejos, voy a la gasolinera, actividada aburrida donde las haya, y después de hacer cola delante de coches, donde siempre suele ganar el coche, porque las motos tienen la propiedad secreta de ser invisibles, le digo a un tío de la moto de delante mío si quería pasar él, que había visto que habíamos llegado a la vez, bla bla...El tío, con su carterita con ordenador y un engendro de moto, se rebota con que llevaba dos horas esperando. ¿Eh? Llevaba seis minutos máximo, como todo hijo de vecino. Que el tiempo es psicológico, vale. Que era un imbécil, también.
Esa prepotencia, ese aquí voy a hacer lo que me salga de los huevos, me satura.
A veces sueño que vivo en Finlandia, rodeada de elfos verdes y sonrientes, donde nadie necesita gasolina, ya que todos van andando o cabalgan ocas gigantes. Y todos dicen buenos días y te invitan a merendar a su casa, y 6 minutos son una eternidad y te sientes vivo y agradecido por saludar a los árboles cada día de tu vida.

miércoles, 20 de enero de 2010

Ideas para hoy y mañana

Está nublado, las caras conocidas se multiplican a cada paso, ya sea en tu trabajo o en la farmacia de la esquina. Además, parece que no sucede nada excepcional, y mejor que no lo esperes, por eso de salvaguardar tu propia salud mental. Y se cierne un largo invierno a la vista sin posibilidad de escape. A la mierda todo lo anterior y los comentarios previsibles que quedan por venir: hace frío, si tomaras más fruta tendrías más salud, no le cojas el teléfono a indeseables, cuidado con hacienda bla bla.
Soñemos con los ojos como platos y regalémonos cosas buenas, carajo, que nos las merecemos. Y un baile estupendo con elegante partenaire y un vestido de tul ligero que gire bien al son de una canción maravillosa. Feliz miércoles, que nadie te meta el ojo en el lagrimal.

lunes, 18 de enero de 2010

Otras generaciones

Con el desvelo de poder parecer un poco rancia, me dispongo a relatar algunos de mi encuentros con generaciones de los 80, en contraposición a mi origen setentero.
En un concurrido bar, llenos de boinas y gafas de pasta, después de cederme educadamente el asiento, el individuo me pregunta al cabo de 1,35 segundos cuál es mi grupo de música favorito. Le digo que tengo varios. El chaval se pone expeditivo y me dice que estos son una mierda, aquel también, ese director de cine es un paleto and so on. Yo me dedico a sonreír y pienso: ¿para qué sirve tanta destrucción encadenada? Son las inseguridades de un ego del tamaño de la Sagrada Familia quizás, o bien una nueva ola de nihilismo profundo con la conclusión de Yo Soy el Gran Creador del Universo. Pensemos en ello.
La otra sujeta ochentera con la que tropecé este fin de semana me soltó a la 5 réplica que se había acostado con argentinos y argentinas y que eran todos unos pedantes.
Glups. A mí me gustan las berenjenas al horno.
Entonces, deduzco que estos jóvenes y no tan jóvenes cachorros tienen un desbocado afán exhibicionista, acompañado de una deslenguada actitud muy 2.0
Y mientras tanto, yo me voy al cine, a pagar 7 eurazos, como los compañeros de 50 años. Mucha confusión es lo que yo veo.

jueves, 14 de enero de 2010

De oficio, aguantadora

Cada uno tiene un papel en esta vida y el mío debe ser psicóloga de vocación, permanentemente en prácticas. Siempre escuchando, siempre con el puñetero hombro amigo. Siempre la buena cara. Uno de las resoluciones del 2010 es que sólo voy a aceptar invitaciones a balnearios (la primera ya ha llegado), cenas artesanales y pases privados de grandes joyas cinematográficas.
Y basta de ejercer de: pafagantas, mediadora y coach personal.
Y como no quiero extenderme en el autolamento, otra práctica muy 2009, os dejo un bonito video terapéutico que refleja mi plan para dentro de 45 años. ¡Feliz día!

miércoles, 13 de enero de 2010

Momento bizarro, momento matinal

Fui al gimansio presa del pixel y el teclado omnipresente en mi cabeza, y mientras me disfrazaba de nadadora, sola en el vestuario, de la taquilla empezó a salir el sonido de un politono con la canción del Barça. Era taaaan Lynch. Sólo faltaba que apareciera alguna oreja cortada entre los banquillos amarillos del vestidor. Ya veremos.
Como momento matinal, sería destacable la obsesión que tiene nuestro Ayuntamiento con desmontar todas las calles imaginables de Barcelona. O lo que es lo mismo, sembrar la calle de operarios somnolientos que conducen maquinaria de última generación mientras obligan a la calle a confesar, que está hasta las narices de aguantar las penas y el taconeo de los transeúntes.
Quién necesita calles nuevas? Para qué tanta perfección? Mi barrio, y por extensión todos los barrios de Barcelona, van a parecer dentro de poco una aldea suiza cruzada con Port Aventura. Y soltarán animadores por las calles que te saluden y circulen con bandejas con pan con tomate y embutido, y campesinos con burros que alabarán las bendiciones de la vida tranquila y las bondades de las alpargatas de set vetes.
Y ya para acabar, hoy, matinal y embutida en el ferrocarril, he visto a todo el mundo tan domesticado, pendiente de la ficción de sus libros, infinitamente más interesante que sus propias vidas. Y quería gritar si Todos estaban de acuerdo.
Porque yo no. Pero supongo que por eso me he bajado del tren y me he ido a trabajar. Eso sí que es la revolución.

lunes, 11 de enero de 2010

La joie de vivre

Se me ha ocurrido una feliz idea para el día que ya no pueda generar más material internáutico: una casa para recuperar la inspiración. Se podrían quedar todos aquellos que han perdido un poco el hilo de su vida y el programa se centraría más o menos en lo que hicimos este sábado con unos amigos (da buenos resultados): encerrarse en una casa bonita con jardín, comer cosas buenas como jamón o canelones, ratafía, vinos locales, panes varios, jugar al Scattergories, Cifras y Letras y el juego de las películas, sentarse a cenar, discutir la parrilla televisiva, los últimos romances aireados entre los artistas locales y los proyectos de futuro.
Luego escuchas música, intercambias teléfonos de gente que te parece interesante y prometes verte pronto para el próximo sarao. Yo quiero organizar un carnaval silencioso, pero no sé si la gente está dispuesta a explorar lenguajes más allá de los habituales y establecidos.
Ahí queda eso. De momento tengo que apretar la cabeza contra la pantalla, pero quien sabe, si en x días no estoy atendiendo a gente confundida existencialmente que necesita una buena ración de croquetas para ser feliz.
Ah, y como arraso en el Tabú, pues será el juego oficial de la residencia Recupere su vida, aún está a tiempo.
Besos gélidos de lunes, Mari Trini.

jueves, 7 de enero de 2010

Hay días que sí

Ves el sol invernal que baña las calles con delicadeza, sorteas las cacas de perro con alegría, cantas un best hit musical de letra electrizante y dices, viva la madre que me parió. Luego quedas con ella misma, y te prepara una paletilla de cordero al vino que resucita a los muertos y te ríes de cuatro chistes acumulados.
Vas a una cafetería con grandes cristaleras y ves pasar a chicos guapos vestidos con gabardinas, mientras degustas un intenso Earl Grey invernal y agradeces de nuevo estar vivo y sintonizado con la vida.
Y para acabar, quedas con amigos, y vas a una tetería del centro de Gracia, que parece por su decoración un lugar de intercambio de parejas o de trata de blancas, y te tomas el enésimo té, a la luz de unas lámparas pseudo marroquíes, y planeas encuentros en ciudades europeas, sin reloj y con grandes dosis de nebulosa, que es de lo que está hecha la vida en sus momentos más álgidos.
Seguro que todo esto viene de la euforia del otro día generada en un bar rojo y musical, donde DJ Milagro, lo bauticé así por su excelente repertorio, consiguió que la flor y nata intelectual se descamisara y celebrara la noche de reyes como tal.
Olvidando a los peripatéticos y a la dialéctica freudiana. Que a veces, es bastante cansina, la verdad.

martes, 5 de enero de 2010

Mucho heavy a la vista

Dispuesta a salir del gallinero y desafiando a la lluvia, ayer me fui con un amiguito al anti-karaoke. Y el nombre viene precisamente de lo que se cuece en ese lugar: la gente canta todas esas canciones que normalmente no tienen cabida en los karaokes al uso. Y básicamente llegó la troupe de heavies con sus melenas y sus muñequeras de estibadores de puerto. La gente en realidad vive muy reprimida porque todos venga a gritar sin parar FUCK YOU, sacando el dedo y haciendo las mil perrerías visuales imaginables. ¿HOLA? ¿Hay algún atisbo de normalidad ahí fuera? Más bien no...
No me escandalicé, pero vi a la gente muy expectante de ese momento en que salían a cantar como posesos, como si todos los días de la semana fueran un peaje para llegar al lunes a las 10,30 de la noche y dejarse la garganta en público.
Me pareció terapéutico, la verdad. Porque a base de callar generamos las grandes úlceras de nuestra vida.
No sé si volveré. Aunque la tentación de cantar Girls want to have fun con una careta de cerdo, me pone bastante. Esperaremos al próximo lunes, para ver por dónde sopla el viento...Ah, y de vuelta a casa, terapia con el taxista. A los dos minutos de conversación me suelta: creo que eres bastante sensible, ¿no? Le sonreí y le dije que seguro que era peor ser taxista. El resto de la convresación, es fáicl de imaginar.

lunes, 4 de enero de 2010

Here we go

Amigos y amados,
Después de un aluvión de aventuras egipcias, hállome aquí de nuevo, entre teclados y lámparas con bombillas de 60 watios (me acaba de explotar una, por cierto, no sé si será la señal definitiva de que este va a ser un año explosivo o es puro random de la vida).
Como conclusiones provisionales, obtenemos que: una persona de 20 años puede ser muy sexy aunque tenga la dialéctica de un patito de goma, el acné juvenil vuelve con la treitena, no sé si es un recordatorio de que el niño que llevamos dentro no morirá nunca o básicamente es un aviso de decadencia. Se revalorizan en el mercado internacional el ser encantador, educado y buena persona. Invitar a tés y bebidas energizantes también se contabiliza como señal de amabilidad y cortesía.
Y poco más. Que los bebés cocodrilos tienen la sangre fría y son monísimos. Escuché que un señor se lo había puesto en la cabeza. ¿A santo de qué, la verdad? Y pensé que qué destino tendría un bebé cocodrilo manoseado. Seguramente parecido al de todos los occidentales poco manoseados que ocupan mesas anónimas de 9 a 5.
Por lo que os recomiendo abiertamente abandonar las mesas y practicar el arte de ser cocodrilo urbano o rural. En qué consiste, lo iremos revelando en capítulos progresivos. Feliz de todo.