jueves, 27 de enero de 2011

En realidad huele a culo

No me gusta dejarme llevar por las opiniones generales ni por lo que dicen que hay que hacer (tengo verdadera fobia a la autoridad y como no, a los policias y guardias urbanos). El caso es que el otro día fui a un bar que parecía guay, con personas en principio duchadas y preparadas àra pasar un sábado lujurioso. Y aquello olía a pocilga. O a ajo. Y no me pongo divina en plan Victoria Beckham, porque yo soy acérrima del ajo y me tiro pedos si hace falta, pero aquello era un poco bajón.
No pido oler a Chanel 5, pero algo que me seduzca mínimamente y me invite a tomarme un gin tonic como Dios manda y quién sabe qué más. Pues no, después de aguantar ese microclima con bacterias de alienígena incluidas, decidí que me largaba. Que huela a gato viejo su madre. O que instalen buena ventilación o que los ciudadanos se bañen con esencia de lavanda para capear las hormonas y jugos destilados en tan magnas noches.
Si se tiene que ligar en esas condiciones, creo que será más fácil hacerlo a las 8 de la mañana, y con un fluorescente apuntando a la cara. Al menos todavía la gente está por estrenar. Eso sí, la conversación seguramente estará encallada.

miércoles, 26 de enero de 2011

Así es hoy

Hoy es un día tipo esferificación de esas de espuma de mar y semen de batracio que prepara nuestro amigo Adrià. Tengo unas cuantas emociones medio conglomeradas que cuando consiga desatascar serán debidamente explicadas. Por el momento unos minutos de distracción musical.



Y lo de siempre. Que no os persiga un policia ni os roben las bragas esperando al metro.

lunes, 24 de enero de 2011

Rayos de luz dominicales

Cuando todo parece perdido, siempre hay un pequeño lirio escondido entre los cardos que te recuerda que hay esperanza. En este caso el lirio era una actriz, Esther Bellver, que bordaba su monólogo Prota agonizo (aviso: juego de palabras a la vista).
La tía aguanta con todos sus ovarios hora y media de monólogo, en pelota picada, hablando de todo y de nada, de lo divino y lo humano, de cuando te viene la regla y piensas a mí no, por favor, o cuando ves que los michelines se acumulan y no hay candidatos a la vista para ofrecerles semejante festín cárnico (una pena).
Todo muy real y directo a la vena. Sin decorados titánicos ni subvenciones somnolientas. Con su sujetador de pedredría como mucho y un gran talento.
Amigos, huyamos de los engaños bien organizados, teatros reales, nacionales y presidenciales que actúan para su ego y la palmadita de turno.
Como decía esta estupenda deslenguada, que le den por **** a los críticos y a las críticas. Llegó la hora de ser uno mismo con todas las consecuencias. Yo ya estoy preparada.

viernes, 21 de enero de 2011

Estamos en el backstage

Pasan los días a ritmo de cuentagotas y cascadas (depende del grado de aburrimiento) y uno ve que le pasan pequeñas anécdotas pero no grande aventuras.
Hugh no te llamó para tomar unas copillas en la Casa Playboy, cenaste una crema de algo caliente sin chimenea encendida ni vistas a un valle nevado y seguramente dormiste solo de nuevo.
Entra en escena el verbo relativizar. Dices, bueno, estoy aburridísima, busquemos soluciones. Iré al videoclub (actividad analógica por antonomasia), cenaré algo decente (¡bien!) y dormiré 8 horas (hola cutis perfecto ???). Podría ser peor.
Con lo que lo anterior nos lleva a la conclusión que en la vida la mayoría del tiempo se pasa en el backstage, preparando grandes actuaciones puntuales como son: enamorarse, grandes borracheras que marcan un antes y después de algo, entierros, cambios de piso y de trabajo, reencuentros, viajes y un largo de etcétera de actividades a completar.
Así que subiros bien la cremallera del mono y manos a la obra. Alicates, cinta aislante y el cachirulo de silicona (imprescindible para sellar bocas y escapes varios). Un temazo como este os ayudará a llevarlo mejor.

miércoles, 19 de enero de 2011

Suele haber remedio

Prefiero dirigirme a mí misma y a otros cuando estoy de buen humor. Ayer no lo estaba demasiado, básicamente durante el horario laboral (a la hora de comer hubo una remontada, ciertamente). A las 7 de la tarde no sabía si iba a necesitar un kleenex o un litro de cerveza. A veces la debilidad y la bilis negra entra por resquicios insospechados y se instala en tu vida sin casi poder evitarlo.
Nadar es un buen antídoto contra la tristeza. Así que enfilé hacia esa gran sopa que es la piscina donde voy y tuve que luchar contra la gravedad y otras alteraciones físicas derivadas del aqua gym enloquecido que practicaban gentes enloquecidas también a dos metros de mí.
Luego, en un arrebato energético me llegué al videoclub y me pillé Ronda de Noche, una peli-tableaux sobre el mismo cuadro de Rembrandt. En ese punto me pregunto ¿Habrá algún hombre amaestrado que pueda entender que a mí me gusta la pintura barroca?
Como era una pregunta retórica, me metí en la cama y pensé que vivimos como auténticas damiselas hoy en día, eso sí, con otros males.

lunes, 17 de enero de 2011

Ir a una casa ocupa

Los domingos, o te vienen de cara o te dan completamente la espalda. Este fue una mezcla extraña de los dos estados de ánimo. Pero viendo el solano que te obligaba sí o sí a salir de casa y vivir, decidí hacerlo. Cogí el metro hasta sitios inospechados (Canyelles) y me fui a una visita guiada de huertos en una casa ocupa.
Estuvo la mar de bien. A pesar de las muletillas típicas de ocupas (peinado con churritos en la nuca, perros sueltos y piercings para parar un tren), estaba todo el mundo muy relajado. Nos escaqueamos el bar y acabamos con las reservas de cerveza ecológica y todo tipo de humus imaginable (nuestro estómago seguro que nos los agradece en algún punto). Y luego estuvimos girando a ritmo de sol y debatiendo todo tipo de temas de domingo o intersemanales. Y había parejas con hijos y todos eran muy monos (¡abajo el prejuicio de que son todos unos plastas!) y pensé qué bien que he salido de mi cueva.
Luego volví y tuve tablado gratis y todo tipo de efectos especiales. Pero esto son historias de Gracia y artisteo que comentaremos otro día más extensamente. Feliz lunes :)

viernes, 14 de enero de 2011

Indiana, queremos ver tus músculos

Ayer volví a tener 10 años. Aunque tenía un teléfono móvil en el bolso y mi talla era sustancialmente superior a la talla 10. Pero el ambiente era de 10 años, y la actividad también. Vi Indiana Jones en el Cine Urgel, en una megapantalla de esas de tamaño trailer, rodeada por gentes diversas (olía entre caldo de pollo y nabo revenido), básicamente hombres. Informáticos, adictos al celuloide, coleccionistas de vete tú a saber qué. El de mi lado quizás programaba inteligencia artificial o disecaba hamsters (nunca se sabe). Era un gran espectáculo. Aplaudíamos como lerdos cada vez que Indi daba un mandoble, conquistaba a la testaruda Willie con grandes réplicas y volaba con su látigo distancias imposibles.
Y pensé. Esto sí que es diversión, castañas. La gente grita, se hermana, se abraza. Y ves claramente que el dvd es una actividad altamente onanista, que lo consumes como, bueno, voy a divertirme un rato. Aquello era una orgía pública muy entretenida.
Había ilusión, hormonas encendidas, viajes siderales en el tiempo. Y matamos al imbécil de Filmoteca con libros falsos de Faulkner de ediciones rusas inventadas. Abajo la pose. ¡Viva la axila al sol! Y con esto y un bizcocho, vuelvo a mis labores. Insisto, hay otras maneras de divertirse.

jueves, 13 de enero de 2011

Gana la cecina y la cerveza

Cuando parece que el mundo se descompone, que tienes vecinos ruidosos, cacas de perro estratégicamente colocadas por la calle para decorar tus zapatos sin tu permiso y grandes solos de despertador, siempre queda una cena entre amigos.
Así, de manera improvisada, ayer nos fuimos al Morro Fi, gran bar del Eixample. Nos atracamos de viandas deliciosas: jamón, cecina, arenques, aceitunas, cervezas bien tiradas ñam ñam...Y hablamos con gentes agradables y azotadas por los divorcios, las canciones melancólicas y un poco de todo.
Mis amigos son muy majos, pero tienen la santa virtud de fumar, porque son artistas, intelectuales, o porque en la Super Pop pone que mola. Y entonces, en pleno mes de enero, me obligan a ir a la terraza a congelarme los pies. Pero como son amigos, pues dices, vale, vamos a jugar a los congeladores.
Las buenas noticias son que vi a un hombre que ya tenía catalogado como gran reserva y que me reí bastante. Sobre todo cuando mi amiga me dijo que tenía casi 14,5 años en cada teta y yo le dije que tenía un par de minerales.
Así que todos al bar a exorcizar las penas, porque si no es el alcohol, las matará el frío.

martes, 11 de enero de 2011

Ganan las de la camisa blanca

En la vida, a veces no sabes cómo, se llevan el premio los más horteras, los más groseros o simplemente los que enseñan más la morcilla. Ocurrió el primer día del año. Estábamos en una fiesta de estas que empiezan con cuatro botellas y acaba todo el mundo saltando en el suelo, con serio riesgo de acabar todos en el hospital.
El sujeto era un argentino muy de la escuela de marketing directo: Te he visto entrar y mmm (completar con las frases típicas de macho que quiere tender trampa con lazo a hembra). Yo le dije que primero tenía que proveerme de mi gin tonic y luego ya se vería.
Total, que al cabo de x minutos aparece pegándose el filete con una sujeta de metro y poco, vestida con una camisa blanca abierta ajuastada (??) que seguro llevaba algún componente de lycra. El uniforme oficial de secretaria de autoescuela. El caso es que yo me dediqué a negociar con el dj los grandes temas de hoy y de siempre y a bailar. Y cedí el trofeo de caza a esa persona que dijo sí cuando otra dijo no.
Con el marketing directo no se va a ninguna parte. Hay que hacer una buena campaña estratégica y con verdadero amor. Feliz año del jamón jabugo. La era del chopped pasó a la historia.