viernes, 26 de febrero de 2010

La guinda del viernes

Veo que sigue el voto de silencio en el convento. Qué aburridos estáis. Sale el sol, nuevas ideas teñidas de fin de semana asoman por la ventana y la lucha contra la rutina se acentúa. Quería poneros un video celebrativo, pero unos capullos pertenecientes a una bonita multinacional no me permiten poner el video. Así que pondre el link aquí
Cuidado con los cólicos nefríticos, los terrotistas emocionales y la repetición maniática. Y de bonus, os pondré una frase que exhibía una peluquería de mi barrio: Nunca hagas de nadie tu prioridad cuando solo eres una opción.
¡Feliz pre primavera!

jueves, 25 de febrero de 2010

Convivencia de especies

Ayer quedé con mi apreciado amigo P y después de calibrar necesidades y oferta disponible, acabamos en un lugar agradable lleno de cosas ricas, donde los camareros son amables. El punto delicado del lugar es que hay mucha madre suelta con niño suelto. A ver, puntualicemos. Soy un animal y tengo instintos, el maternal entre ellos y celebro la proliferación de la vida. Lo que me irrita es esta pose de madre omnipotente que ocupa los lugares públicos con sus artefactos, bloquea el paso y te mira con aire de mártir. Otro gag predilecto es patinarte con los cachivaches que ha dejado el bello infante por el camino de sus correrías. Tú como humano estás sometido a los caprichos del pequeño. Es más, si te falla el tobillo es que no está suficientemente adaptado a este hábitat salvaje donde los pequeños son los nuevos tiranos. Y soy de las que levantan a niños caídos por la calle, pero por favor, un poco de compasión con los mayorcitos que vamos solos por la vida.
Y a parte de esto, me sumergí en una gran taza de chocolate, bálsamo para el alma y discutimos nuestros últimos ataques de neurosis. Todo en paz.
Y a la vuelta fui a buscar, cual amante galante, a mi vecina, que cenaba sola en un chino porque tenía antojo. La broma del día fue que pasó el paqui de las rosas y al verla allí entre arroz y papeles se rió de ella.
Bueno, si somos una generación de desgobernados y ácratas emocionales, que le vamos a hacer. Al menos no lavamos calzoncillos ajenos con cara de vinagre.

martes, 23 de febrero de 2010

El poder de Sofia Loren

Aunque tengo un odio irracional hacia un personaje que veo a diario y me irrita mucho, intentaré canalizar mi energía hacia la gran Sofía Loren, reina de los hogares italianos, sueño por un día, mujer desacreditada a tiempo completo en la maravillosa Una jornada particular, peliculón de Ettore Scola.
Así será mejor para todos. Aunque tengo que reconocer que tengo ganas de retocerle el pescuezo y decirle a este tipo que me saca de mis casillas. En fin. La gran Loren, con esa belleza suya tan específica está muy bien. Comedida, abnegada, un mechón de su pelo te explica a la perfección las dimensiones del término desamparo. Y luego Mastroianni. Galán, educado, discreto. Y esa super escena en la azotea con sábanas colgando y mucha violencia acumulada. Porque a todos nos dan palos y a veces esa rabia sale en los momentos y por los lugares menos indicados. Somos animales, especialmente mediterráneos.
Y envuelta en mi bata, al calor de la estufa, no se me ocurrió nada más que pensar que a veces consagramos la vida a un sueño, a un flotador que nos salvará del tedio y la mediocridad, y simplemente llegamos a otras islas incluso más desiertas y desoladoras.
Es curioso como nuestras elecciones tejen nuestro destino y nuestro viaje hacia eso que bautizamos como felicidad. Todo esto debe ser fruto de los antibióticos, que ayudan a casi nada. Feliz martes.

lunes, 22 de febrero de 2010

Esto es relax (y lo demás son copias)

A falta de un amante aristócrata, vamos capeando los días con citas inciertas e invitaciones imprevistas. Tipo, voy a hacer un concierto de piano en un balneario, ¿quieres venir? Sí, ya tengo el bañador puesto. De hecho, a 40 minutos de esta ciudad a veces sin ley hay un paraíso de la calma, del amor eterno personificado en parejitas que ríen jiji tímidamente mientras tiran de sus trolleys, del silencio. Balneario La Garriga (si juntáis varios cubatas con paciencia, os lo recomiendo, de verdad).
Entré en aquel templo del agua con parsimonia. Me zambullí en todo tipo de aguas, avisté todo tipo de tatuajes, citas de fin de semana, abuelitos que avanzan con los bastones en paralelo y parecen osos pandas con su inmaculado albornoz.
Un chico me dice que su madre no sabe nadar, que si le dejo la parte del bordillo de la piscina. "Gracias, eh", de nada. Todo el mundo se quiere y es educado. Nacen margaritas de las cañerías y de las baldosas.
Por la noche, el estudio antropológico prosiguió con las parejas ya sedadas por el agua que hablan bajito, toman mojitos y se miran arrobadas. Yo me posicioné en una chaise longue tipo Duquesa de Alba y me dejé transmutar por Debussy. Conocí al gran Alfonso, el que lleva el cotarro organizativo y me reí bastante, la verdad. Aquello parecía una patum civilizada.
Amigos, nos es mala idea de cuidarse de vez en cuando, porque con tanto ajetreo, cuerpo y alma no van acompasadas. Mañana más.

viernes, 19 de febrero de 2010

Carles Santos is the one

Ayer, desafiando al profundo aburrimiento semanal (me pregunto por qué no me habré hecho desactivadora de bombas?), fui a ver al gran Carles Santos en acción. ¡Qué hombre, qué energía! Aunque me pasé la mitad de la obra en trance, sacudiéndome píxels del trabajo, me encantó la puesta en escena, los gritos, las fuerzas telúricas reunidas en un escenario con la misión de despertar a las masas pasmadas (y yo entre ellas). Y el título: La pantera imperial. ¡Grrrrrrrr!
Este hombre con cuatro pelos y barrigudo rompe la pana. Se tira al suelo, coreografía a bailarinas culonas, toca sonatas de Bach y grita. La reacción inmediata fue que tenía ganas de desnudarme como ellos y salir a gritar yo también al escenario. Lo sé, soy un felino difícil de domesticar.
Para variar, me tocaron detrás las dos mujeres más pesadas del teatro con frases del estilo: ¿Ves algo? ¿Pero ahora se desnudan? ¿Eso del culo de la chica es un tatuaje? Señora, he venido a escucharles a ellos, no a ustedes dos. Un par de celos para estas señoras, por favor.
Y luego, eso sí que fue telúrico, desafié al chorro de lluvia y me fui a uno de mis bares ever ever favoritos, con camareros simpáticos y bocadillos de jamón rebosantes de felicidad. Y pensé, no sé qué seré de mayor, pero a día de hoy soy feliz.
Aparquemos la jodida presión que custodia nuestras almas y disfrutemos del ahora. Diversión asegurada.

jueves, 18 de febrero de 2010

Miércoles pasajero

Lo que hace el marketing, amigos. Ayer, sin ir más lejos, fui otra víctima invisible del marketing. Fui a ver la peli Nacidas para sufrir, un gran título con el que casi todos nos podemos sentir identificados, y la verdad es que menos algún gag muy bueno, me dejó un poco anestesiada. Luego la cosa remontó en forma de cerveza, que oficialmente será la última que me tome en dos meses, ya que he sido víctima de una ola de antibióticos. Y la verdad, antes de que me quede la cara como El Mapa Oficial de España, Portugal y Europa del Sur, prefiero entregarme al agua de manantial y renunciar a los vicios de bar, que son numerosos.
Fueron unas cañas terapéuticas, girando entorno al tema infinito del enganche (amoroso, básicamente) y maneras de rodearlo. De momento salieron varias ideas: cineforum quincenal, visita a las fallas de Valencia y cambiar de barrio.
Ah, y hablando de topicazos amorosos o no, os paso este link, donde os podéis despachar a gusto con todos los topicazos que genera esta ciudad monstruo-princesa que es Barcelona.
Ala, desfilando, ¡que hoy hace sol!

miércoles, 17 de febrero de 2010

Ante la dificultad, dos copas de vino

Este tiempo profundamente gris sólo puede generar toneladas de melancolía, disparar el consumo de bienes eléctricos y ahondar las heridas mal cerradas.
Como un inmenso dedo que hurga tu maltrecho esternón te recuerda que todo lo que haces es adorar al Dios de la repetición. Seguir el camino de baldosas grises que lleva a tu casa, comprar la misma barra de pan de siempre, cenar algún invento recalentado de escaso interés gastronómico.
Eso ya es la puntilla de la decadencia. Mi riñón y mis pulmones, dos de mis órganos más aguerridos, a parte de otros que ya explicaré más adelante, se niegan en redondo a repetir rutas establecidas. Sólo con que me pare en un bar nuevo parece que venzo a la rutina. Sólo con irme a casa con cuatro líneas nuevas de información, parece que pasé el martes con nota. En fin, mucho tiempo libre y excesiva imaginación.
Está bien recabar datos objetivos, caras largas, suelos mojados, porque para romper las reglas, hay que conocerlas bien.
Hoy no pongo video, os cantáis vosotros mismos. Yo sigo todavía con el de ayer: No puedo vivir sin ti, no hay maneraaa, la la la. ¡Que no os pille una nube gigante por sorpresa!

martes, 16 de febrero de 2010

Contra el efecto croqueta

A pesar de estos días que te caen como un ladrillo en la nuca, amigos, os conmino a luchar contra los elementos, tomaros un par de cafés y salir ahí fuera con vuestros mejores abrigos para reivindicar vuestra necesidad de primavera.
La clave del éxito es escuchar esta canción que os voy a poner e imaginar esos momentos estrella de mojitos, bailes de pijama el domingo en la cocina y cualquier actividad que esté alejada de la palabra obligación. Feliz martes, ya estamos todos aquí.

lunes, 15 de febrero de 2010

El arte de petardear en grupo

Sigue la ola de frío sin tregua, mientras que la anarquista que llevo dentro se alimenta de cualquier plan que sea un antónimo de pasar la aspiradora.
El viernes me recogía a mis aposentos desvalida y congelada, cuando al final el hada madrina del viernes (que existe) recondució mis pasos hasta un bar cubano y una discoteca antro donde te das cuenta que ser joven es un estado espiritual (había tipos de 60 años custodiando la barra con una sonrisa de aquí a Pekín).
Luego pagas el precio de los excesos, te desplazas por tu casa como un gusano forrado con un batín, comes kiwis a ver si te ayudan en algo y te preparas para la próxima escapada. Esta vez una orgía gastronómica acompañada de un reto amenazador: comerse 30 calçots a 2 grados. ¿Lo conseguiré? Claramente no. Mi hígado no quiere explotar como el de una pobre oca francesa, y creo que me planté en los 15 (pas mal, teniendo en cuenta que esa salsa es como deliciosa argamasa y te sella el estómago).
La compañía, como siempre excepcional. Concursos de pedos, de chistes, oda a las embarazadas, qué pasa con tu vida, feliz día de los enamorados (sí o qué?) y un largo etcétera de pequeños episodios que configuran un domingo feliz. De esos que te recuperan la fe en la raza humana y revisitas lo de quien tiene un amigo tiene una mierda. Porque aunque ser adulto es a veces un empinado caminito de piedras, la amistad es el Gatorade que todos necesitamos para saludar desde la cima de la felicidad. ¡Feliz lunes pastel!

jueves, 11 de febrero de 2010

Me encanta

Estoy metida en un sarao lleno de nombres, artistas y gentes varias, y así, gracias a este turmix de elementos, he descubierto a este grupo, Los Seis días, y este estupendo vídeo. La verdad es que no odio a nadie, soy amiga de mis ex (vaya pastel, no?) y ando alejada de las procelosas aguas del romance.
Pero me ha encantado el vídeo, la idea, las caras, ese hombre que se llama Santi Balmes, que seguramente encontraré en la próxima vida y será mi marido. Así, con esta canción delicada, trabajaremos hoy el odio y como superarlo. Por mi breve experiencia, os diré que no vale la pena odiar ni a una caca de perro, porque se te instala un cabreo en la zona del esternón muy malo para la salud y las articulaciones en general.
Es mejor barnizar lo que uno odia con una capa de indiferencia, que duele más.
El siguiente paso es borrar señales del acusado, regalos, papelitos, fotos y luego, después de escuchar el disco de Raffaela Carrà o de Fangoria unas cuantas veces, uno ya está preparado para salir de nuevo al mundo exterior, con la idea de encontrar alguien un poco más evolucionado (emocionalmente hablando).
Recordad: este es el año del jamón ibérico, alejaros de los saldos y los impostores.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Leyendas urbanas

Llega una edad en la que a parte de pagar el doble por las resacas y los desamores, empiezas a poner en práctica casi sin concesiones ciertas normas. Una de ellas es alejarse lo máximo posible de los indeseables, los inmaduros, los papanatas, no revelar datos innecesarios de la vida de uno mismo, ni filias ni fobias, ni devociones ni fiestas de guardar. Basado en hechos reales, más o menos, hablamos de ese momento de la noche cuando las emociones se desdibujan y afloran los instintos más bajos. En ese momento uno debe intentar expresar, aunque sea a través del pelo, la dirección que le gustaría que tomara la noche. Y no es siempre fácil. Porque ya no es únicamente lo que tú piensas o eres capaz de expresar, sino que entra en juego la cabeza del otro, lo que desea y lo que interpreta de tus propios deseos. O sea, que estadísticamente, hay bastantes números para que te vayas andando a casa haciendo eses, cantando algún hitazo de Lou Reed mientras cuentas farolas.
Moraleja, cuidado con quién os juntáis, porque aunque el juego del tira y afloja no entra en mis planes actuales, viví un caso extrañamente cercano hace poco.
Amigos, iros a marear perdices al campo, que seguro que estarán encantadas. Yo mierntras tanto, sigo practicando la selección natural.

martes, 9 de febrero de 2010

Un minuto de belleza

No sé si hoy puedo ofrecer algún rayo de luz sobre vuestras cabezas. Yo sigo en mis trece. Llegando tarde a los sitios, rascándome esta extraña erupción que me acompaña en la mejilla derecha y practicando yoga con cierta alegría. Así que os dejo este video, que a mí como video, ni fu ni fa, pero la letra la encuentro estupenda. Y esos acordes de guitarra son lo más. Ya no valoras nada, lo he cambiado todo de lugar, adolescente ahora buscas novedad. Sí. Todos hemos pasado por ese desfiladero existencial, mordiendo almohadas, olvidando números anónimos, recordando manos maestras y risas enlatadas con aroma de cubata. Porque hasta no llegar a la casilla del vellocinio de oro, si es está habitada, nos toca experiemntar. Y ampliar nuestros concoimientos antropológicos sí o sí. ¡Suerte ahí fuera!

lunes, 8 de febrero de 2010

En la ciudad

Este fin de semana he decidido darme vacaciones. ¿Y qué significa exactamente regalarse unas vacaciones? Significa: no cocinar, no hacer llamadas previsibles y aburridas, salir de casa con lo puesto y volver muchas horas después con arena en los bolsillos, tufillo de bar y aliento de dragón. Es fantástico. La sensación de ligereza, ausencia de responsabilidades. Gran diversión.
Por una vez me he dejado querer por la ciudad a pleno rendimiento. Fui a un espectáculo de danza maravilloso, y eso que la danza y yo nos llevamos a medias. Al día siguiente, después de un episodio altamente emocional decidí salirme por la tangente y llegarme al Mare Nostrum a saludar a las langostas silvestres que se bañan alegremente y sin control alguno. Luego me comí un arroz negro a base de tinta Pelikán. Un café, sol que te abraza, un pacharán, dos tres, confusión, amigos.
Y como había dicho que iría a un espectáculo de magia, pues fui. Todo muy La maldición del escorpión de jade. Y luego muchos más bares, hacer el indio, espectáculo de travestis, volver a casa siguiendo un hilo de alambre invisible y vuelta a empezar.
Amigos, evadirse de uno mismo de vez en cuando es lo mejor que se puede hacer. Y alquilar corazones por horas también. Feliz lunes moteado.

jueves, 4 de febrero de 2010

Lo bueno de madrugar

Cuando mis biorritmos se alinean con el cometa Halley y los planetas que pilla al vuelo, me levanto automáticamente de la cama. Adoro el silencio de la mañana, las nubes, el pequeño milagro de ver amanecer cada día. Para variar no tenemos tiempo de admirar este tipo de pequeñas obras maestras porque estamos corriendo por túneles llenos de humanoides y asisitiendo a conciertos de claxon matinales.
Pero hoy todo estaba cubierto de silencio y de color rosa, de nubes alineadas como un bonito tapiz. Ya tocaba una reflexión lírica, después de tanta pandereta.
Como tema dos, ayer quedé con un amigo y llegamos a unas bonitas conclusiones: cuando un sujeto A inquiera sobre tus gustos musicales, Manolo Escobar y Estopa serán tus respuestas. Otro objetivo en mente es recuperar del imaginario y vocabulario colectivo espresiones castizas, del estilo Hi ha per llogar cadires, sin una traducción lógica, tipo estaba hasta la bandera y soltarlas ocn alegría. La acción cobra más significado y cuerpo cuando se realiza en un bar de modernos. Lo ideal es no arroparse de una pose snob ni nihilista, sino soltarlo francamente, como el que viene de recoger trigo.
Porque lo esencial es ajeno al paso del tiempo y a los flequillos impertinentes.
Salid y reproduciros, porque si no los señores de peinados imposibles y carretillas con formularios dominarán el mundo. Y no es plan.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Os dejaré un caramelo

Amigos,
El tiempo escasea, los papeles se amontonan en mi mesa, digo que sí a todo y no hago nada...En fin, clásicos del 2010, de hoy y de siempre. Resumen de lo más destacable: moral alta, sol invernal, piscina nocturna. Os dejo un video hilarante sobre el nuevo fenómeno social de moda: las señoras. Yo me meo. Por fin lo popular toma el mando y aparca a petardas y petardos insulsas. Desde auqí os conmino a poneros redecillas, coger vuestros carros de la compra y de combate y lanzaros a las calles para repetir escenas de La ciudad no es para mí. Lo de teñirse el pelo de lila esopcional. He dormido poco y me quedan muchos coches por vender.



Seguimos para bingo!

lunes, 1 de febrero de 2010

Salir con 31 palos

Con la firme voluntad de encerrarme este finde, mi lado animal y nocturno me empujó a visitar bastantes bares y como no acabar rodeada de talentos de labia y volatilidad mental. Tenía ganas de hablar por los codos, y nada mejor que cerveza y locos a mi alrededor para llegar a buen puerto. Fui a un bar de no sé donde de Poble Sec y allí estuve hablando con un reparador de bicicletas que me enseño un truco muy bueno de cartas y tal. También hablé con un vecino de la zona que iba al bar continuamente, un transportista que era copy y me dijo etilizado: me despedí de mi carrera y ahora llevo paquetes, no está mal. ¿Acabaré de paquetera o vendiendo plátanos en el Lidl? Veremos.
Lo que me impulsó a abandonar el bar, a parte de que tiraban la persiana, fue la preguntita del ex-copy: Quiero averiguar si mi amigo (el doble de Quentin Tarantino, pero versión alemana) tiene escroto. Me pareció muy bien su inquietud, pero yo lidiar con el tema escrotos así como así, prefiero ir a bailar horteradas, que es lo que hice.
Me dirigí al santuario de los borrachos, o sea Plataforma y allí me encontré con toda la chavalería. Algunos nos hacían fotos (?) y también se las hacían a ellos mismos.
Me sentí muy rejuvenecida bailando Duncan Dhu (toma ya). También salí con la moral alta y atlética, muchos machos alfa querían preguntar desde la receta de la tortilla de patata hasta mi estado nupcial.
Me reí mucho, pero la verdad, escribí dos líneas en todo el fin de semana. Básicamente, no se puede tener todo a la vez. ¡Feliz lunes!