viernes, 28 de marzo de 2008

Oda a la insensatez

Hoy me he levantado envuelta en una sutil nebulosa, envuelta en un velo de novia de sueño y bruma. Oh poesía de barra de bar, de persiana por echar! Estos días británicos y conglomerados despiertan al mini poeta que llevo dentro. He encontrado esta canción maravillosa navegando por el reino del internete, y el título no ha hecho más que confirmar nuestro gusto por la inensatez. Con qué placer la admitimos en nuestra vida. La adoptamos como esa especie nueva que añadimos al estofado para alegrarle la vida. Cómo nos mantiene en vilo y vivos al mismo tiempo. Facturón de teléfono por llamar a un desconocido que se cruzó un día en el metro, hacer un viaje en tándem hasta Sabadell para demostrar que la persona que pedalea delante de importa, tragarse las obras completas de Barbara Cartland para entender su pequeño mundo rosa...En fin, viernes tintado de calamares nostálgicos de su mar, de dobles raciones de café y de cristaleras de catedral.
Siguiendo en la línea de la insensatez, creo que me he apuntado a un concurso de cantantes amateurs, el nombre del grupo ya lo dice todo: Lovinda y las guindas del pastel. Feliz finde!

miércoles, 26 de marzo de 2008

Cómo sonreír encima de una bicicleta y 4

Miravet era el punto de partida de una de las etapas del viaje más esperadas: descender el río Ebro en piragua. Oh yes! Máxima emoción para mis bíceps, acostumbrados a transportar garrafas de agua de 5 litros y poco más. Por suerte me tocó en la barquita con un falso alemán que en principio estaba cachas y podía remar ;) El caso es que se levantó una ventolera tipo no podemos avanzar por el río. Las fuerzas de la naturaleza nos arrastraban hacia estertóreos bancos de algas, que cual tentáculos gigantes paralizaban las embarcaciones. Oh terror! Yo la verdad es que me reí bastante y me daba igual lo de las algas, y lo de no avanzar ya me lo tomaba como una broma más. El caso es que por consenso más o menos popular decidimos naufragar en una orilla. El destino nos envió a un barquero de corazón del tamaño de una sandía, que nos rescató de aquel horror vacui. La verdad es que como náufraga me partí de risa. Teníamos nuestras reales posaderas mojadas y decidimos ventilarlas, al mismo tiempo que llegamos a un campo lleno de mandarinas. ¿Era aquello el paraíso? Después de 15 mandarinas nos rescataron y llegamos a Miravet de nuevo. Allí celebramos nuestra proeza con un entrecot de tamaño elefantino y con un circo de alta calidad: hicimos la ola al cocinero, el barquero de corazón tamaño sandía apareció, ya que era el novio de la camarera del restaurante y le cantamos cumpleaños feliz a la camarera, ya que era su cumpleaños. Resumen: risas varias y la celebración de las hazañas de un héroe y homenaje a su orgullosa concubina.
Luego llegó la digestión, la noche, y los bailes finales con Ketama de fondo.
Al día siguiente ya recogimos el campamento ambulante para volver a casa. Fin de fiesta para una aventura estupenda. Gracias a propios y extraños por estos cuatro días tan bo-ni-tos.

martes, 25 de marzo de 2008

Cómo sonreír en una bicicleta 3

Estábamos en Cretas dispuestos a colonizar nuevas vías verdes, y después del famoso pedaleo llegamos a Fontcalda, donde tuvimos que someternos de nuevo a duras negociaciones con el mafioso de turno, aka, el que llevaba el hostal adjunto al monasterio. No dejaban acampar y a esas horas de la tarde y con los músculos tiesos, cualquiera se pone a buscar el prado del abuelito de Heidi. Nuestros estrategas enviaron a una mujer infiltrada, con poderosa melena rubia que pudo llevar a buen puerto nuestros intereses. Cual Sherezade, pudo llevar al comendador hacia nuestro territorio y conseguimos dormir casi todos por unos 5 euros. Pas mal. Eso sí, la duchita de agua fría no nos la quitó nadie, ya que el depósito de 500 litros, patrocinado por mr. Murphy se había acabado. Hicimos cena popular en un altillo del estilo de la casa de El Resplandor y soñamos con asesinos en serie. Al día siguiente, cual pequeño grupo de ocas, nos dirigimos en busca de los vientos alisios. Esta vez el reto era llegar a Miravet, montarse en una piragua y llegar a Benifallet. Evidentemente, tuvimos unos pequeños incidentes en el río, con lancha de salvamiento incluida. Pero eso os lo epxlicaré en el próximo post, porque ahora tengo curro en la bandeja de entrada. Glups. Nos vemos en el siguiente post, Martirio.

Cómo sonreír encima de una bici 2

Estábamos camino de Alcañiz, ¿no? Después de fortalecer las morcillas y parte de la clavícula llegamos a Alcañiz. Allí seguía alegremente la rave de tambores y desfiladores. Esta vez iban de azul. Comimos en un parque nuestro plato estrella: pan con cosas, con sus inevitables consecuencias: tapón estomacal y dieta Mediterránea. Despegamos del parque destino a Valdealgorfas, y allí el destino nos deparaba una agradable sorpresa: el inicio de la operación plataforma.
Pero antes de Valdealgorfas, aquí la escribana del reino pinchó la rueda. Creo que pinché por la mañana y por la tarde, y tengo que agradecer desde este humilde blog a los servicios técnicos y psicológicos que velaron por la bici y mi persona.
Una vez llegamos al pueblo nos encontramos una especie de polideportivo bastante apañado, con una sorpresa impagable: 10 colchones (creo). Tuvimos árduas votaciones a favor de sorteos o de opciones ocmunistas tipo montar una plataforma común para dormir todos felices. Finalmente triunfó la segunda opción, no sin antes amenazar a la facción opositora (senyor Jaume, luchando hasta el final :)).
Dormimos felices como perdices y nos levantamos listos para partir rumbo a Cretas. Mallots, rulos en la cabeza, cremalleras cerradas, todo listo para encarar con alegría una nueva etapa de la excursión. Para no alargar este post, explicaré el resto en el siguiente. Saludos varios, yo misma

Cómo sonreír encima de una bicicleta 1

El calendario apuntaba a una Semana Santa inminente y sin planes a la vista. ¿Realmente me apetecía meditar, pensar que los caminos del Señor son infinitos, que todavía no me he leído la Iliada? La respuesta es no. Entonces apareció un plan de la mano de la animadora cultural por excelencia: Lovinda. 150 km en bici atravesando lugares tan excitantes como Samper de Calanda o Valdealgorfa. ¿Vienes o te quedas en casa contando arañas? Voy. Me abastecí de una bici supersónica tipo Easy Rider y me tiré con mis barritas energéticas a la carretera.
Estación de Passeig de Gracia, un poco antes de las 9 de la mañana. Allí estaba el comando de especialistas del pedal. Subimos al tren cual caravana de gitanos rumanos saltimbanquis y rezamos para que todas aquellas bicis cupiesen en el vagón dedicado a ellas. Luego dicen que si la gente no va en tren bla bla. Y esos anuncios totalmente maquillados de gente anoréxica tomando Martinis en el bar de un tren de última generación. Men-ti-ra. The real Renfe son abuelitas gritonas y guerrilleras que luchan por sus asientos con sus maletas caseras y grupos de boy scouts que cantan poemas a los ríos y las montañas. El viaje fue largo y semi plácido. Llegamos a Samper de Calanda y llegó la hora de la verdad: enfrentar un trasero de oficinista a un asiento de bicicleta. Tengo que reconocer que me compré un culotte tre-men-do del Deacathlon y me puse una capa de Nivea que me ayudó a superar el trance.
Después de acampar en el campo de futbol, ver el cielo y poco más, fuimos a la rompida de la noche, creo que se llama así, donde una legión de tamborileros enloquecidos lo llenaron todo de tam tam. Fue espectacular y emocionante. De vuelta al campamento base, probé las delicias del suelo y del saco de primavera que me dejó mi amiga. Sólo diré que me levanté con los pies blancos estilo semi-congelación.
Y por la mañana, destino a Alcañiz. Aviso que si no hay comments no sigo :)
Feliz día de vuelta a la no bici!

lunes, 17 de marzo de 2008

La Thermomix es nuestro Dios

Un domingo más envuelto de sábanas, nebulosa mental, pereza y pasos lentos que limpian el suelo. Después de solucionar transacciones varias pendientes, mi querido vecino 3 me contactó vía sms para invitarme a un festín de la Thermomix, su nueva mujer. Es muy calladita, eficiente y habla más bien poco. Sólo gruñe de vez en cuando, y cocina de la leche, eso sí. Para enrollarse con ella ya es más difícil, todo se ha de decir. Esta vez la obra de arte era una especie de risotto con almejas y setas, ¡ñam! aunque en la pole position, para mi gusto, siguen los spaghetti con vongole, oooh mi estómago llora delante de este teclado inánime pensando en aquella salsa demencialmente buena. Esta vez hubo nuevos invitados en la terraza, viejos conocidos de la experiencia Excalibur, que amenizaron la comida con historietas, vino y persecución insistente del sol por mi parte. También estaba la gata, que se portaba muy monamente, hasta el momento en que decidió destrozarme mi modelo vintage HM Sunday style. Pero bueno, esa pequeña bolita caliente llena de pelo se hace querer, se lo perdono más o menos. Y luego, café, sin copa ni puro en el Vulcano, como felices domingueros al uso. Ahora es lunes, ya no hay gata abrazada, arroz feliz ni sol estupendo. Pero si os lo cuento, es como si se alargara un poco lo vivido...Ya falta menos para las pequeñas vacaciones. ¡Ánimos!

lunes, 10 de marzo de 2008

La felicidad vive en un grano de arroz

Sí, queridos amigos, la felicidad habita en lugares pequeños y remotos, como en un grano de arroz. También puedes encontrarla al lado del tomate frito, en un altavoz de tu ipod o en la tintorería más cercana. El caso es que este finde nuestra anfitriona namber guan nos ha sacado de la jungla gris para llevarnos al countryside. Es-tu-pen-do. La primera prueba fue embarcarse con una amables desconocidos en un twingo rumbo al norte. Bien. Luego fabricar aperitivos, arroces, tuppers, bebidas con otros simpáticos conocidos por conocer. Y el sol, los cactus y el viento también estaban allí, invitados y contentos con el Black Rice Festival, y todos nos lo pasábamos muy bien. Cuando el sol se largó a poner una lavadora, empezó la gran sobremesa tropical que duró hasta que casi volvió el sol a tender la ropa otra vez. La pachanga era la consigna de la noche, supongo que las botellas de vino también amenizaban. Y luego, la risa, las gaviotas que colgaban del techo, que las tirabas hacia arriba y te volaban en la cabeza, ¡y eso que era jornada de reflexión!
La gran bailarina sueco-inglesa nos deleitó con coreografías estilo Britney, fue estupendo. Yo siempre he sido una gran defensora de la expresión corporal y el bailoteo, y estuvimos revoloteando como ménades out of control hasta que la bailarina sueca-inglesa se perdió por el bosque. Luego llegó el enigma de cómo dormir en un suelo de pizarra sin llegar a hibernar y otros misterios que se fueron aclarando solos en la noche.
Resumen: salid de vuestas casas y entregaros al mundo, siempre hay maravillas a la vuelta de la esquina.

miércoles, 5 de marzo de 2008

Here comes your man

Si juntas una rana gigante, con un administrador de fincas, con un puro, te sale nuestro querido casero, el señor Manso. Hablar con él es una experiencia de tripi, pero sin ingestión de substancia alguna. Es una suma de Gargamel, tozudo y gran negociante. Donde dijo 20 eran 20.000, donde dijo derrama era lo pagas tú todo. Ayer cené con mi vecina A y no paraba de reírme. El tío encarna la flema británica mejor que nadie, unido a unos dotes negociantes de clara descendencia judía. Después de 10 años de toma y daca, a la pobre le explota el calentador y él le dice que ya se las apañará. Le gotea una cañería vintage que tenemos y también lo ha de pagar ella. Y lo mejor de todo es el argumento: señorita, no se queje, que usted gana mucho dinero. Ese señor tiene los güevos francamente abultados. A mi el verano pasado se me inundó la casa y dentro de todo se enrolló bastante, supongo que era una especie de acción de márqueting: soy amable y te fidelizo. En fin, que supongo que le teníamos que concoer para añadir a nuestra vida ese elemento de tensión sexual no resuelta que tanto nos gusta ;)
Vuelvo a las trincheras del internete. Feliz día a todos + todas.

martes, 4 de marzo de 2008

Cambios que pasan de puntillas (pero pasan)

Parece que todos estamos igual que hace unos meses, o años o simplemente horas. Siempre lo decimos, así, de carrerilla: todo bien, voy tirando, todo como siempre. Pero es mentira. Siempre hay ligeras o profundas mutaciones que muchos, por inercia, nos negamos a apreciar. A mí ya no me hacen gracia los macarras, los atascos entre camiones, ni la comida congelada ni recalentada. En cambio, parece algo ultraburgués, pero cada vez que gusta más el silencio, cenitas con velas (no necesariamente románticas), los cocktails bien hechos, un buen chuletón al punto y las cosas simples. No sé, llamémosle a ese animal herido que avanza zigzagueante madurez, o simplemente un día más de cambios que mañana pasarán a ser otros. Está claro que poner un pie en Bershka con sus sinfonías dodecafónicas me pone enferma y que las mentiras me siguen produciendo urticaria. Y sí, los restaurentes chinos son peligrosos, pero sigo sentándome entre hules y panes de gambas.
Así pues, avanzamos titilantes (no existe, pero me gusta) hacia el próximo cambio silencioso o silenciado. Y después de toda esta lírica envuelta de sueño, vídeo musical para reflexionar sobre todo ello con alegría.

lunes, 3 de marzo de 2008

Un día rodeada de calçots y espadas

Este domingo, one more time, he entregado mis tripas al calçot. Esta vez no era en un recinto domesticado como puede ser un bonito restaurant con baño individual comola vez pasada. Era en algún lugar tipo Sant Pau d'Ordal en casa de un acogedor grupo de desconocidos que no dudó en ponernos un plato y botellas de alcohol delante de nuestros hocicos. Cosas chulas del día: sol directo en la cara, olor a leña y calçots, reencuentro con amigas que no acabas de tener nunca tiempo de hablar y grandes manjares. Cosas interesantes: aprendimos los no iniciados lo que es hacer el Excalibur. Sí, queridos lectores, hay gente que practica posturas sexuales insospechadas. Esta tiene ecos artúricos, nada más ni nada menos que establecer una extraña analogía pito-espada del rey Arturo y el resto ya se puede imaginar. Se supone que la chica hace de piedra. En fin. Lo más extrafalario es que te cuenten estas movidas en una mesa de 26 personas con chica rusa incluida que yo pensada PorelamordeDios, debe pensar que hemos salidos directos de las cuevas de Collbató o de un parque temático. Gritos, aplausos, gases tintados de romescu, allí sólo faltaba una lluvia de sujetadores al más puro estilo Jesulín.
Otro días más para recordar. También tengo que decir que el viernes me abducieron a un café filosófico. Pero esto ya os lo explicaré en otro post con más calma y amor.