martes, 26 de febrero de 2008

En tres palabras: él lo llevaba

Estaba esperando al semáforo con mi legión de legañas habituales cuando he visto pasar la típica avalancha de madres, padres, abuelas y niños que van a la escuela por la mañana. Hasta ahí todo normal. Lo que me ha gustado más ha sido la pareja padre moderno, que podía venir del Sónar perfectamente a las 8 de la mañana con niño de la mano. En un momento de esos robados que tenemos cada día, el padre ha abierto la mano y ha asomado un huevito de Pascua enano envuelto en papel azul brillante. Creo que se lo ha dado al niño. Ya no lo he visto porque venían todos los coches y motos de Barcelona a mis espaldas y no podía considerar la opción de que me convirtieran en salchichas. Me he emocionado. El huevito era mono, ellos también. Vale, sí, no tengo ni un plan de ahorro vivienda y pienso en huevitos para niños bajos. Y qué, mejor explicar al mundo que retener en una cavidad oscura. Buenos días.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

vecina, ha pensado usted que quizás el personaje huevo era el personaje secuestrador de salidas de cole tan, mencionado a ciertas edades, que ha cambiado el sugus amarillo por el huevo azul? que miedo, será verdad que hay mercado submergido de niños monos y bien peinados. Seguro. Y de donde se creen si no que viene el mayordomo de batman, tan educado y sirviendo a un travesti. en fin, es muy temprano.

Pink pony dijo...

quiero pensar que un marido que no ha sido fabricado aún o que vive en Tasmania llevará un huevito azul de Pascua en su bolsillo. Será la señal de-fi-ni-ti-va.