jueves, 10 de noviembre de 2011

La imbecilidad de lo gratis

Me siento acorralada. A parte de la inminente llegada de Marianín el del peluquín, me siento casi aislada socialmente. Y todo porque no me he instalado ese nuevo milagro de la ciencia y de la tecnología llamado what's app. Amigos, os están dando trampas de azúcar, miel e incienso y dentro de poco hasta para tiraros un sonoro pedo necesitaréis vuestro mobile device para anunciar al mundo que os sentís más ligeros.
El Universo me dio tres días de prueba con este producto neocapitalista (al cuarto día mi teléfono lo expulsó con la excusa de que era una versión demasiado antigua (?)). Y ahí comprobé que hay gente bulímica de ideas. Para decirte nada, te envían 5 mensajes. Aquello me parecía un horror, porque iba caminando por la calle, consultando la pantalla, con serias probabilidades de abrirme la cabeza, ya que de momento el tercer ojo está más bien en mi parte trasera, que no delantera.
Un amigo me confesó que se había tragado más de un árbol a cuenta del invento.
Otro me dijo: "Eres la única que manda todavía mensajes". Sí, y la única que dice en público que tiene una bata para ponerse en casa en los meses de invierno.
Estoy cansada de la pose "estoy siempre conectado y mola mucho". Vivan los vinilos, las madalenas (que no cupcakes, cuidado que este es otro tema de interés, ya nada se llama madalena), las mantas de pelo y los hombres sin depilar.
Quien quiera decirme algo, que me mande una paloma mensajera.

6 comentarios:

Luisa Martina Fernández Chavero dijo...

Grande pero corto, esto merece varios post. Creo que hablan de una aplicación que te haga de ojo del culo mientras miras los guasap y también he oído que los próximos móviles vienen sin audio porque para lo que lo usamos...>;D

La primisima dijo...

Yo quiero decirte, que LOS CUPCAKES ME TOCAN LOS COJONES!!!

Pink pony dijo...

jojoo, Lenina estoy contigo. La aplicación te hago un ojete for free. Primísima, habre ese grupo de Facebook YA!!Viva las magdalenas!!

Tiriti dijo...

Leido recientemente " Yo también creo que una CUPCAKE es una magdalena venida a más".

El del peluquín era ¡¡Milín!! no Marianin, pero bueno.

Pink pony dijo...

Emilín el del Botín y Marianín son de la misma escuela...Hay que defender la madalena como sea!!

una desatada dijo...

vam passar del muffin al cupcake en un wazzup... tots dos igual de insubstancials. Jo els vinlis també els poso en el mateix sac de moderneo palabreo, però hi tinc més debilitat...