miércoles, 16 de diciembre de 2009

Antes de llover, chispea

Bajo esta flagrante premisa, ayer tuvimos en una cena un interesante debate: marcha atrás sí, marcha atrás no. El enunciado era claro: antes de llover, chispea.
Bajo los efectos del vino y cada uno armado con su propia experiencia, hubo colapso en la centralita de mensajes del público que aseguraban que era el mejor método posible para evitar el embarazo. Otros tenían testimonios secretos que apoyaban su teoría de si no quieres polvo no vayas a la era etc, con embarazo de premio incluido. Algunas participantes achacaron el bajón general de líbido gracias a las pastillas. Yo no me quiero en plan la monja esta de los complots médicos, pero te tomas las pastillitas de marras y luego estás a un paso del Viagra femenino.
¿Por qué no volvemos a los tiempos atávicos de amor libre sin medicación, donde la gente se movía con las lunas? Ahora todo son hormonas y pelo en zonas inesperadas y una serie de trastornos colaterales que te hacen sentir más cercana al metabolismo de un oso panda que al tuyo propio.
Moraleja, quereros sin moderación y con algún remedio a mano, porque si no los resultados son inevitablemente exponenciales. Y con esto y tres grados de temperatura exterior, devuelvo la conexión al Centro de Estudios Cognitivos del Amor. Feliz día a todos.

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