domingo, 20 de mayo de 2012

Gente

Una de las máximas de mi padre era y es lo difícil que es tener amigos. Yo le miraba en plan pobre hombre, no ha descubierto una de las mayores bondades de esta vida. Yo, que creía a pies juntillas en esos rollos de la fraternidad, igualdad y juramentos gitanos con sangre, hasta el final. Y van pasando los años, y me siento como un geranio arrancado de su maceta. Como que ya no pertenezco a una tierra concreta y la variedad de plantas de mi alrededor me es bastante igual. Antes era devota de esa religión new age que es la amistad y estos días, como que estoy un punto desengañada. Es un poco de manual eso de que la gente cambia, pero en realidad es así. Pasan los años y el contacto se vuelve hilo de seda, frágil unión que mantiene teléfonos encendidos, donde antes había extendidos magníficos telares de seda llenos de color. ¿Y por qué? ¿Qué dioses paganos vestidos de ocupación nos separan océanos de tiempo? ¿Por qué esta letanía de soledades? Llámese edad moderna, postmoderna o neanderthal. Es un poco todo lo mismo. Con o sin iphone. Sólo sé que tengo la agenda llena de números y sólo marcaría unos 6. No más. Y que con pocos y pocas me iría a cazar jabalíes. Supongo que cuando la vida nos obsequie con unos cuantos palos a cada uno, a lo largo y ancho de estos días tecnificados, reuniremos nuestras chepas encorbadas otra vez, buscando un fuego conocido donde arrimarse. Y nos abrazaremos de nuevo. Mientras tanto, consumimos sopas frías en esquinas deshabitadas, con un runrún de fondo de redes sociales en piloto automático, anunciando grandes anécdotas que nadie escucha con atención.

4 comentarios:

seelvana dijo...

wow, tristísimo pero verdadero, a mi con 6 me sobra, permitidme compartirlo en fb ;) #ironic

Pink pony dijo...

:)

Tiriti dijo...

¿A Cazar Jabalíes? Tu lo que quieres es emparentar con la nobleza (que no con la realeza, esos cazan animales más grandes).

Pink pony dijo...

yo quiero acción tiriti!!!