jueves, 10 de diciembre de 2009

Hoy no hay bistec, sólo confetti

El día amanecía como caldo espeso, sin esperanza alguna. Después de la clase de yoga me he reconciliado con el ser humano, vuelvo a creer en el amor, en los encuentros sin relojes, doy abrazos de nuevo, pienso en comprarme lencería fina, me miro a los espejos, me río, sueño que cocino canelones y que corono grandes pirámides de Egipto.
Y os deseo barra libre de amor, pero no como frotamientos animalicios, que también es posible, sino como ESE sentimiento de amor al prójimo y de gran armonía, desde el pájaro que vuela despistado por los cables del teléfono hasta ese casero rácano que insiste en que pases el invierno a 14 grados sin estufa. De verdad, que vale la pena.
la hippie mayor se retira a sus labores. Y os dejo esta perla que brilla y es de colores.

3 comentarios:

Manuelita dijo...

Ayer perdí tres arrugas, que lo sepas. Será la joie de vivre??

Anónimo dijo...

Y que viva la vida, leñe!

pink pony dijo...

yes :)