El día amanecía como caldo espeso, sin esperanza alguna. Después de la clase de yoga me he reconciliado con el ser humano, vuelvo a creer en el amor, en los encuentros sin relojes, doy abrazos de nuevo, pienso en comprarme lencería fina, me miro a los espejos, me río, sueño que cocino canelones y que corono grandes pirámides de Egipto.
Y os deseo barra libre de amor, pero no como frotamientos animalicios, que también es posible, sino como ESE sentimiento de amor al prójimo y de gran armonía, desde el pájaro que vuela despistado por los cables del teléfono hasta ese casero rácano que insiste en que pases el invierno a 14 grados sin estufa. De verdad, que vale la pena.
la hippie mayor se retira a sus labores. Y os dejo esta perla que brilla y es de colores.
jueves, 10 de diciembre de 2009
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3 comentarios:
Ayer perdí tres arrugas, que lo sepas. Será la joie de vivre??
Y que viva la vida, leñe!
yes :)
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