jueves, 13 de mayo de 2010

Cena de mamis

Es un honor que tiene lugar cada eclipse de luna, una cena con mis amigas casadas, centradas y armadas con hijos. Ayer fue uno de esos días. El pacto está claro: sólo tienen 3 minutos cada una para hablar de sus hijos, porque si no estamos claramente en desigualdad de condiciones. Yo no les puedo pegar la chapa con ningún perrito adoptado ni similar. El caso es que me maravilla entrar en mundos paralelos tan lejanos a mi pequeña rutina monoparental.
Como temas destacados, tenemos: mi amiga doctora hace unas guardias denominadas "de taxi". Básicamente va montada en un taxi visitando pacientes y se siente un poco Paseando a Miss Daisy versión médica urbana. Se ve que los taxistas que hace el servicio, porque el contador va que vuela y mi amiga es muy civilizada y se porta muy bien. Otro tema de interés fue decidir un regalo de boda. Yo al final, optaría por una visita a una tarotista, a una sauna de lujo o a un centro de desestrés. Ya está bien de fines de semana con ponys y tartas ecológicas, que prueben cosas nuevas hombre, que si no les veo debatiendo sobre si realmente necesitan un bidet policromado o la adopción de un cachorrito de raza huerfanito y descarriado en menos que canta un gallo.
Yo y mis cervezas nos fuimos a dormir con la conciencia tranquila, contando adoquines. Mismo perro con diferente collar.

No hay comentarios: