La comedia del Arte Moderno

Mademoiselle, o sea yo misma, dedicó sus años mozos a estudiar los planes de vida y trazos varios de gente como Giotto, Piero della Francesca o Matisse. Bien. Luego llegó el video arte. Bien. Sólo nos habían enseñado el ABC en la facultad. Tengo la firme teoría de que cualquier cosa digna de emocionar lo hace en ruso, sin ruido y sin estudios si hace falta.
Ayer fui a la inauguración del Loop, la feria de videoarte, y el panorama me pareció una versión revisitada del Traje del Emperador (va en bolas y nadie se atreve a decírselo). La gente observaba aquellas pantallas planas con aparente atención y no entendían nada. Principalmente porque aquello apenas comunicaba nada. Un paisaje alpino (lo que más me gustó), un tío moviéndose por una silla, unas caras deformadas...Todos asentían con sus caras de expertos, pero estaban más pendientes de exhibir sus Rolex y ampliar su agenda de contactos que de elevarse por la senda de los píxeles y la abstracción.
Moraleja, me fui a tomar un chocolate con mi amiga, que era infinitamente más real e inmediato que lo anterior. Amigos, estamos rodeados de emperadores desnudos. Démosles un par de manguerazos porque si no resulta francamente ABURRIDO.