sábado, 1 de octubre de 2011

Dando vueltas en círculo

Es complejo y a la vez fácil de explicar la vida de una persona técnicamente en el paro. Aunque no se acabe de entender, una consigue rellenar las horas del día con una facilidad pasmosa. Eso es una clara señal de recuperación.
El otro día, estaba disfrutando de los últimos rayos otoñales cuando me encontré a una persona que había estado clasificado como candidato. ¿Qué sería exactamente eso? Pues que su nombre estaba en la shortlist de personas con las que potencialmente podría ser feliz.
Al final, la piel y el cerebro no van siempre de la mano y la cosa no acabó de materializarse. El tema es que me lo encontré y me dijo: ¿Qué tal? Hace tiempo que no nos vemos. Y ahí tuve que abrir mi micro coraza y explicar mis planes: ir a yoga, escribir, pasear.
Se quedó con cara de "vale, perfecto" y se dibujó en aquel instante y lugar ese enorme interrogante de "ahora qué va a pasar". De un salto estilo Jesulín de Ubrique, cambié de acera, me despedí modo exprés y seguí con mi mono paseo.
No sé si fue un gran encuentro. Está claro que en las películas siempre es mejor. Allí no sonaba The Smiths, aunque yo llevaba una wonderful falda de estrellas y él una bonita bicicleta. Moraleja, sigue andando sin preocuparte demasiado. Ya aparecerá sea lo que sea que estás buscando.

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