lunes, 1 de septiembre de 2008

El ataque de los bufandistas

Sé que tengo un radar para cazar talento abstracto, para encontrar a fundadores de sectas, telepredicadores, cosechadores de trigo y demás alquimistas varados en alguna disciplina particular.
Mi amigo J. los engloba a todos en el grupo de los bufandistas. Yo me meo, la verdad. No se puede generalizar, pero a grandes rasgos son una raza de filósofos milenaristas con egos bastante curiosos que son capaces de vender a su propia madre inlcuso en medio del discurso para demostrar su excelencia. En una frase: vendedores de humo. No sé si ha llegado el mensaje. Suelen ser jipirulos de mente o espíritu, con algún libro de letra de cuerpo 8 o similar en la bolsa, generalmente de algún filósofo del siglo pasado, que les gusta el cine polaco de los 70 y tienen muchos argumentos para que te adscribas a su corriente librepensadora.
No están mal para unos 14 minutos, que es la media de tiempo en que puedes intercambiar algunas ideas antes de aburrirte. Pero en el minuto 15, cuando el gaznate te pide vino y diversión, no queda otro remedio que argüir alguna excusa tipo voy a pasear a la tortuga para escabullirse de un verdadero ejercicio de planchisteria y pupilaje. Otro gran remedio para la escapada es la horterada bailonga y conquista del ipod de turno: funciona.
Este sábado contacté de nuevo con un librepensador. La broma es que se quería ir a casa y con las prisas casi se encierra en el baño. ¿Fui yo? La verdad es que prefiero al gran Jarvis declamando sobre el drama que es ir a la tienda de la esquina y comprar un paquete de alubias para uno.
Y para alegrar el lunes, un vídeo que el amigo Reina me ha facilitado. ¡Larga vida a los bufandistas!

6 comentarios:

Anónimo dijo...

huy, a mi esos me encantan. más de una tarde/noche agradable les debo. eso sí, al final de la velada tienden a mosquearse conmigo. será que no domino la excusa como es debido.

Pink pony dijo...

ajjaja, los bufandistas, aunque sea por contraste, te ayudan a clarificar lo que no quieres ser.

Tiriti dijo...

Los bufandistas nos enseñan lo que podríamos haber sido sino hubiesemos jugado al escondite, carreras de bicis, robado caramelos y tirado petardos y únicamente nos hubiesemos ocupado de culturizarnos.

Mr. Endrinas dijo...

Desde mi punto de vista no debemos tratar el bufandismo como una enfermedad. Es una actitud, una pose, un rollo, y sobretodo una excusa para follar bloggeras. Sin ti sus vidas no tendrian sentido. Os retroalimentais, y aprovecho para desde aqui clamar al cielo dos tres y cuantos más post hagan falta para debatir esa nueva realidad llamada bufandismo.

No tengo más que decir salvo que el tipo que se metio al baño y luego toco el timbre buscando la luz de la escalera (yo tambien le di al timbre cuando salí de alli) no era un bufandista, era un trapo alcoholizado ( tak cómo acabamos todos, por otra parte)

Gran fiesta.

una desatada dijo...

viva la copla pop! això sí que alegra un dilluns i el que faci falta :) (sense treure mèrit al post)

Pink pony dijo...

Intentaremos debatir el tema del bufandismo más a fondo. Todos conocemos casos y mr. Endrinas es un docto en el tema, ya que más de una noche la ha cerrado envuelto en los elixires del mayo del 68 y una buena chapa abséntica.