miércoles, 11 de marzo de 2009

Buceando por las alcantarillas

Sigo sin comprender la idea de avanzar a empujones por la vida.
Por qué gente reprimida sexualmente, con vocación de Santa Teresa de Ávila pero avocados a trabajar en una oficina de patentes o simplemente con el anhelo furtivo de poseer un bolso de Prada que nunca tendrán, se dedican a putear al resto de la humanidad.
Es tan zafio utilizar el micro poder que te otorga un puesto de trabajo, asumir una posición familiar, o poseer una multipropiedad cerca de la playa, para joder a los demás, que lo equiparo a robarle el bocadillo de panbimbo a un inocente parvulito.
La acupunturista tenía razón y lo bordó con una frase: hay más gente. Y no todos son como tú. Los unos existimos como némesis de los otros. Hay híbridos de sanguijuelas con tejido adiposo y pelos.
Tengo el día críptico, pero a buen entendedor, pocas palabras faltan. Simplemente no os fiéis de falsas Mata Haris ni de solícitos masajistas: son los peores.

2 comentarios:

El Caminant dijo...

la raça humana s'hauria d'extingir!

Anónimo dijo...

a ratos!