lunes, 2 de agosto de 2010

The gentle life

Sí amigos, aparcar las obligaciones es altamente gratificante. A parte de enfrentarse al vacío que supone el día por delante, es muy esperanzador dedicarse a hacer lo que a uno le da la real gana. Desayunar a cámara lenta, ducharse con el sr. Nixon de fondo, tirarse en la cama, volver a levantarse y un largo etcétera de actividades no lucrativas. Os recomiendo como plan de indulgencia semanal una visita urgente a The Last Chiringuito de Ocata, donde está Neptuno esperándote, armado con su tridente Mediterráneo y una birra fresca. Maravilloso. Con qué poco nos conformamos los que vivimos encadenados al minutero.
La verdad es que fue una noche divertida, ya que encontramos a contertulios de nuestra altura, en el sentido de que uno decía guisante, el otro patata, y así sucesivamente. Encuentros agradables para una noche de verano.
Y con esto, amigos, sigo desgranando el contador hacia las vacaciones. Insisto, un poco de anarquía diaria te ayuda a envejecer mejor.

No hay comentarios: