Que la vida son dos sorbos de café, que los atardeceres te recuerdan la finitud de la creación y todas esas historias de manual de Paulo Coelho, está claro.
La era del Aquí y Ahora necesita vivirse necesariamente. En eso estamos trabajando últimamente, y se revelarán las direcciones tomadas en un breve periodo de tiempo.
Por otra parte, ayer, retomando el hilo sentimental de este blog, me fui a una terracita urbana a dejarme los euros (5 moneditas por dos cañas, que venga el Alcalde y lo pague) en buena compañía. Y luego, a cenar a un japonés. Venga, vamos a engrasar un poco el sistema, que pierde fuelle a un ritmo estrepitoso...
Se vive levemente a ritmo de Visa, sorteando obligaciones y malos pensamientos. Los sucesos se encadenan sin apenas traqueteos, y vuelves a casa rejuvenecido y agradecido de tu existencia cobayana y libre de decidir gastos al mismo tiempo.
En fin, no os medicaré más con jarabe existencial. Tomad cafés y hechizaros con el sol. Los regalos de la vida hay que disfrutarlos como si cada día fuera Navidad.
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4 comentarios:
a falta de cañas, yo estoy buscando masseur...
Cuidadito con los masseus, que alguno va con caña oncluida :-)
Pasteeeel!!!;)
always pastel!
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