Dormir sin reloj. Caminar sin prisa. Mirar a los ojos. Contar adoquines. Recrearse en las molduras de las ventanas. Una caña, por favor. Dos, tres. Ir de la mano. Cargar con revistas. Mojar el pan en la salsa. Todas esas cosas que no podemos hacer entre semana, porque vamos con el cohete en el culo, están a punto de suceder. Y no es otra página promocional sobre especial fines de semana. Oh no. Es solo un miligramo de belleza para ti lector, que tienes que buscar la felicidad entre botes de alubias y conservas de pepinillos. Por eso, démonos un homenaje dominical y olvidémonos de llenar neveras, estirar colchas y reciclar tarjetas de autobús.
Dediquémonos a celebrar las 48 horas de la no obligación. ¡Sí!
viernes, 17 de octubre de 2008
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2 comentarios:
vaya! qué bajón leer este post en lunes... ;)
Ahora lo arreglo...
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