martes, 7 de octubre de 2008

Otra de miedo

Ayer asistí a mi cita semanal con mi prima y sus compañeros de piso para ver la peor serie que programen ese día. Evidentemente caímos en las diabólicas redes de esa joya posmoderna que es Física y Química, en Antena 3. Profesoras de inglés que podrían cocer pan bajo sus fogosas partes, modelitos imposibles tipo mayordoma con coletas Pipi Lanstrum, ex presidiarios que parecen gigolos, vamos un cuadro...
Y lo mejor son los follones constantes que nacen en cada esquina de esa casa de citas, que pretende ser un instituto. Uno que es gay, dándose el lote en el instituto con su novio. Que levante la mano quien haya visto a uno de 16 morrearse con otro con el bocadillo de mortadela bajo el brazo. Si en mi colegio ya era dramático a veces llevar una falda con cierta medida (!). Los tiempos han cambiado y cada día me siento más mosquito del 78 metida en una gran pieza de ámbar.
Estos personajes desorbitantes, cachondos las 24 horas del día, puteados por el sistema pero con unas pintas que matarían a Karl Lagerfeld al instante.
Evidentemente la serie arrasa y es que no te dan tregua ni para ir al baño, porque ya te has perdido el enésimo tocamiento de paquete.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Seggio:

Como ha cambiado el mundo. Compara con Sensación de Vivir o con Salvados por la campana...
Asi yo quier volver al instituto!!

Anónimo dijo...

Nena, te equivocaste de cadena. Tenías que ver al Ortega Cano, no bailando, porque Díos mío algunos el sentido del ritmo lo dejaron en la barriga de su madre. Te hubieras reído por lo menos, como un poste al que le pones música, pobre bailarina que le acompañaba, tiene que ser super difícil bailar con una estatua al lado

Pink pony dijo...

Lo sé, de hecho lo vimos en el zapping. Iba a ser el tema de hoy!