jueves, 8 de enero de 2009

De pie helado a pie helado

Una media de tres grados en una casa de unos 98 años, en una cama de 2 metros multiplicado por unos 64 quilos de sangre y arena dan un frío polar de la leche.
Yo no sé si la estufa se ha declarado en huelga o voy a ser portada en breve del Qué Joven promesa de la canción muere por explosión de butano, pero este frío es serio.
Ya. A parte de esto comentaré que ayer me compré unas zapatillas para correr, ratificando así mi campaña de culo firme en mente poderosa o lo que es lo mismo: baja una maleta del armario y ni te despeines.
Ahora me las tendré que poner sí o sí. Y correr. Con frío seguramente. Pero el mundo es de los valientes y si sigo con esta disciplina prusiana que quiero adoptar de-fi-ni-ti-va-men-te este año, sé que podré afrontar cualquier reto.
Desde hacerle la permanente a un pequinés o escribir la secuela del Pájaro Espino.
O sea que acabemos con el lloriqueo por las esquinas, llega la era del batín de seda y el llámeme usted mañana, que estoy viendo Madmen.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

envidiaré tu culo!

Anónimo dijo...

Nunca es tarde querida!

Anónimo dijo...

NI SE TE OCURRA DORMIRTE CON LA ESTUFA DE BUTANO ENCENDIDA.

Te quiere,
tu papolla galés.

Anónimo dijo...

lo sé. El helor viene cuando la estufa y yo nos divorciamos. Que tengo que ir a la wedding, I can't die!!

Anónimo dijo...

si me metiera yo ahí contigo para darte candela ibas a añorar tú el frío. como lo oyes.

Anónimo dijo...

Anónimo, enseña la patita.