viernes, 4 de abril de 2008

Almacén de sueño y no vocación

No me lo puedo creer las cantidades industriales de sueño que tengo acumuladas. Podría dormir a una ciudad entera asiática del tamaño de Beijing. O a un par de elefantes y sus vedettes artísticas. Estoy programada para las noches, que es cuando vivo mi momento de no sueño. Entonces aquí se plantea un problema: si te esperan cada día a las 9 am y llegas tarde, y encima no se te enciende la masa gris hasta las 11 o más allá, quizás debas cambiar de oficio. Sereno, señorita de compañía, empleada de gasolinera, pitonisa, gerente de un fumadero de opio...son opciones que me parecen interesantes y que me recuerdan qué ***** estoy haciendo con mis horas. Alguna palmadita en la espalda de vez en cuando es una buena señal, pero hay más gente creativa y escribana que mierda en Francia y a veces pienso que si desapareciera del mapa sólo me echarías de menos los muñecos de la mesa.
No estoy deprimida, es sólo una mezcla de sueño, día nublado y avistamiento del fin de semana. No pasa nada, si no hubiera días como este, no existiria seguramente este post y no se valorarían los días con burbujas, tipo champán rosa.
Feliz finde y el lunes nos lo contamos. Estado de ánimo tipo esta canción:

1 comentario:

b. dijo...

No creo que haya "más gente creativa y escribana que mierda en Francia", y nada de que si "desapareciera del mapa sólo me echarían de menos los muñecos de la mesa"... Primero, porque la creatividad es infinita en formas y sujetos, interminable (cosa que no se puede decir de la aburrida mierda francesa) y, segundo, porque si dejaras de crear y escribir, si decidieras desaparecer dejando huérfanos a los muñecos de la mesa, se produciría un tornado de vacíos y de horas muertas, sin risa y sin palabras, que harían del mundo (del grande o pequeño mundo que te rodea) un lugar mucho menos bello.

Así que, ¡¡arriba las vocaciones y los sueños!!
b