martes, 1 de abril de 2008

London mon amour

Volver a esa ciudad es como multivitaminarse la cabeza y el corazón. Tanta marea de gente, made in China, el Monte Fuji, Alcorcón, que acabas aprendiendo forzosamente algo de ellos y seguramente de ti mismo. La ciudad, un amor-odio como siempre: cara, llena de gente, ligeramente estrsante, pero llena de cosas maravillosas tipo museos que te quedarías a vivir dentro, cafés con solera, pubs donde se paró el reloj en el siglo XVI y mercados llenos de comida estupenda: salchichas premiadas, zanahorias orgánicas y estéticas liebres muertas. Es la hora de comer, dejo esta mini crónica aquí. Redirecciono a www.herraizsoto.com donde he narrado la crónica museística.
Love, art and tea, C.

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