jueves, 30 de octubre de 2008

Un señor de 70 años se divierte

Lo bueno de vivir en un sitio estilo Melrose Place pero sin cachitas ni piscinas, es que casi siempre hay algún plan para evitar una cena estilo monólogo o bien caer en la apología del uno. Comunicación wireless: Vecina, qué, cenas sola, sí, vente a mi casa, vale.
Cocinar a cuatro manos es definitivamente más reconfortante, como que la comida te sale mejor. Después de revisar el santoral de desplantes y hombres imposibles que nunca conseguirán estar en nuestros brazos, pasamos a la proyección de una joyita para mí desconocida: el circo de Alexander Calder.
Este señor, conocido por sus móviles, a sus 76 años se tira al suelo con su estupenda camisa roja y pone en marcha su circo particular. Hay contorsionistas chinos, malabaristas, elefantes enormes que se comen a los domadores y aplausos de fondo.
Lo mejor, la cara de felicidad del hombre, incrustado en el suelo, moviendo caballitos y de todo con un complejo sistema de alambres que él mismo montaba.
Como un niño grande, colorado, con el pelo revuelto. Simplemente encantador.
Y su mujer, en el fondo, con una risita contenida, poniéndole los discos para amenizar el show. Quien quiera apuntarse, que se pase por nuestro particular Melrose Place y montamos uno!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

petits trapezistes, rovellons, la truiteta, una mica de circ i sofà, uummm!! bona combinació, no?

Pink pony dijo...

yes!!