martes, 21 de abril de 2009

Porque la primavera aceleraba, ¿no?

Encontrar la fórmula metafísica que explique: 1.Gran cansancio matinal junto a taquicardias, sin comerlo ni beberlo, y con las legañas todavía puestas.
2.Pensamiento recurrente y obsesivo de querer asesinar a los operarios del edificio del al lado que vuelven a la carga taladrando las entrañas de un pobre edificio de 100 años que mejor que se quede como esté que someterse a un lifting avanzado.
3. Pensamiento fugaz de aniquilar a todos los nadadores lentos que ocupan la piscina y parece que se empeñan en que te coja un gran ataque de corazón debajo del agua viendo como avanzan a velocidad de un calamar.
Supongo que son demasiado efectos colaterales derivados de una deficiente organización del tiempo y una sensación de desasosiego primaveral.
Dicen que la gimnasia va bien, pero: ¿quién tiene energía para ponerse a hacer el mono de circo a las 8 de la tarde junto a otros neurotizados ciudadanos que se empeñan en augmentar su masa muscular? Dicen que follar va bien, pero ¿dónde obtener una lista fiable de contactos que ejerzan apasionadamente las artes amatorias? Dicen que ir al herbolario va bien y tomarse algo que contenga Omega 3 o Zinc, pero ¿a quién le apetece escuchar a la de adelante de la fila que tiene retención de líquidos y que necesita una cataplasma de no sé qué hierba peruana?
Dicen que la primavera ya llegó y si estás nervioso, cuenta hasta 328 o bien recita todos los pagos pendientes de tu hipoteca (contar los pelos de tu brazo derecho también sirve).

1 comentario:

Gemma dijo...

Hay un tal Jacinto en la zona de Horta que parece que es un estupendo ablandacolchones.