miércoles, 8 de abril de 2009

Todos necesitamos el día del no despertador

Amigos, desconocidos, aves cantoras colgadas de alambres conectados a PCs, llegó la hora de la despedida. Durante cuatro días me comprometo a no tocar botón alguno, a sembrar el bien, a no sucumbir a fantasías tipo me toca la lotería y ya nadie me ve nunca más el pelo. Porque volveré, exactamente en 6 días.
Os quiero todos flexibles, renovados, biodegradables, poetizados y defendiendo lo propio y lo ajeno. Estos días no me acabo de dormir a la primera. No sé si es la confluencia tirón en la cadera con lluvia clin clin y paranoia obsesiva de cómo crear gags graciosos (estoy tratando de montar un cortometraje, a ver...)
El caso es que el cambio de rutina ducha-calle-oficina-casa-micro siesta-ordenador espero que ayude a mis alveolos y al intestino grueso.
Os recomiendo atracaros de todo lo que os ha prohibido vuestro jefe, hacienda y el despertador.

besos de gato.

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