martes, 17 de noviembre de 2009

Nadar en una piscina decadente

La rutina habitual me reta a que me desanime y deje de ladrar en este foro de perdición, pero yo me niego. Porque, después de cantar las maravillas de una lavadora silenciosa, una nevera que aparentemente saca fresas por un orificio en lugar de hielo y un lavavajillas que excepto darte placer sexual hace casi de todo...¿Cómo se te queda el cerebro? ¿Os pensáis que llevo uno de recambio en el bolsillo o qué?
Pues no, amiguitos, tengo que lidiar con todos estos fuegos yo solita. Eso sí, luego me voy a la piscina a desahogarme, porque la vena del cuello bombea ocmo loca y me crea gran turbación en general.
Ir a al piscina a la que voy yo implica sufrir de unas cataratas forzadas. Te metes en esa sopa gigante, y tienes que ignorar las al menos 3 tiritas que siempre flotan alegremente, sin rumbo fijo. ¿Por qué no tiran condones y envases de yogures vacíos también? Sería todo mucho más colorido.
Dependiendo del día, tienes que lidiar con la marea generada por los amiguitos del aqua gim, que dan patadas al agua y estiran todos los músculos posibles y joden bien al personal, a ritmo de música disco. Es todo muy funcional y amigable.
Luego me voy a casa, contando hojas amarillas y sueño con paraísos artificiales donde la palabra marketing no existe. Ni aqua gim. Ni aburrimiento. Es todo muy constructivo, la verdad.

2 comentarios:

julia dijo...

te has encontrado alguna vez dentaduras postizas en la piscina? es muy edificante ponértelas por la noche y recrearte en cuando tengas la tuya propia

Pink pony dijo...

aquesta nit em faré pipí amb aquesta imatge...TINC POR GATET!!