jueves, 17 de abril de 2008

Tres enseres del hogar y un gato muerto

Este es un poema para un día de lluvia,
de recogida de lágrimas
de trabajos forzados a la luz de no velas
y constantes resoplos de dónde estaría yo.

Este verso libre no entiende de martillos
ni de manillas de relojes.
Es una mariposa que se mece entre mi cuello y mi regazo.

Si todos nos concentramos, un milisegundo más,
podríamos volar como flores de lis y helio
por las capas desconocidas de la estratosfera,
que no sé donde están, pero a veces me llaman.

1 comentario:

b. dijo...

cantemos esta tarde y disipemos nubes, hasta subir a la estratosfera... o más allá!!