lunes, 4 de mayo de 2009

Cuando la ansiedad cuesta 560 euros

Lunes. Despertador. Repaso mental de todo y de todos. Tus extremidades se han licuado y te arrastras por el recalentado edredón como una babosa moribunda. Llegas a la ducha y parece que toda ese agua junta revitaliza algunas partes del organismo. Matas a alguna célula, dejas el camino libre a otras y venga, hacia el mundo exterior.
Hoy, dentista. Es una de esas citas casi con el diablo. Intentas demorarla al máximo. Inventas excusas encadenadas, como ristras de longanizas, pero llega ese día en que te salen chispas de los dientes que no tienes más remedio que ir. Ese día era hoy.
Gracias a mi bonita cara en forma de cuadrado (referencia literal) aprieto no sé qué músculo de no sé qué manera y necesito unas placas de descargas. Explicación filosófica del dentista: hay gente a la que no le sienta bien el siglo XXI. Ahí estoy yo. 550 euros por aplacar el nervio. ¿Masticas delante de la pantalla del ordenador? Que yo sepa no. Mastico mis pesadillas y muerdo el vacío. Eso debe ser.
Otro detalle que ha quedado en el aire: el dentista tenía un ojo morado. ¿Sería un paciente arrebatado por la factura? ¿Una mujer malquerida por una ortodoncia mal aplicada en su corazón?. Este dentista es majo, pero tiene cierto aire de playboy.
Me ha confesado que él también sufría estrés. Pues ya sabe, 500 euros y mucho amor.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pasa del dentista ya!...a mi me quisieron vender la moto de pequeña con esos aparatos metálicos, suerte que ya les olia y pase,me decían que no tenia espacio...espacio lo que quería el tio era más espacio de terreno pa su chalet...todo era mentira..son unos especuladores más del sistema por favor no te dejes engañar!

Pink pony dijo...

aiii, es que luego me como una chuleta y me duelen los dientes! Como justicia poética me quedé con que tenía un moratón en el ojo.
En el fondo le estoy pagando las copas...