miércoles, 2 de junio de 2010

Yes I like

Ha pasado un chico con una pluma en la cabeza y me ha gustado. En mi nueva localización de trabajo paso dos veces al día por el tanatorio: creo que es el mensaje definitivo que necesitaba: coge las rosas antes de que seas un átomo indefenso y sin rumbo. Por Dios, qué ganas tengo de coger una cámara-metralleta y disparar al mundo.
Ahora sólo necesito la beca Jóvenes artistas con canas que quieren dejar su trabajo de día, a la que aplicaría con gran alegría y cariño.
Claro que el trabajo dignifica, pero estoy un poco saturada de la santa palabra repetición. Quiero pensar que todo esto genera una capa de pátina existencial que me protege de los episodios de la vida, pero es que a veces tengo ya los codos como los de una tortuga.
En fin, sigamos afilando nuestros machetes con alevosía, porque la ocasión está cercana. Pongamos velas e incienso y toquemos los platillos. La revolución duerme silenciosa entre nuestras cejas. He comido berenjenas, ¿se nota?

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