Just let go

Cómo nos encanta retener: líquidos, celulitis, postales del año pum, notitas monas que alguien nos entregó, recuerdos y amantes. Por qué no nos enseñaron lo crucial e importante que es saber dejar ir, soltar peso, emprender el vuelo sin la mochila?
Nos empeñamos en conservar, somos hijos del formol y la naftalina, del flou, de la fotito acaramelada de tú y x cuando en realidad x era de armas tomar, un mentiroso compulsivo que no se dedicaba a abrir coches porque no le venía de camino a casa.
Supongo que el habitar en una unidad monoparental, mí misma, te facilita el camino hacia la divagación. Como cuando ayudan a aparcar un avión, follow me, follow me. Quizás estaría friendo salchichas inflables y contando musarañas, pero no, me acuesto repasando listas de ideas. Ya se me pasará.
De la nada llega olor a limpiacristales, ¿a estas horas quién homenajea a un cristal?
En fin, sooner or later me reiré de este estado cataléptico. Y como inspiración del día, obligado es tener en cuenta al magnífico Boadella: Yo no puedo perder el sentido del humor, que es la máxima conquista civilizada del hombre. Hay animales que ríen, pero carecen de sentido del humor.
A trabajar ya y a eliminar listas ya. Feliz rayo de luz.