miércoles, 16 de junio de 2010

Si te tiran dos piedras, devuélvelas

Estaba en mi batcueva recluida, con mi salto de cama habitual, cuando me llamó la Marquesa. En ese caso hay que abrir la puerta aunque haya amenaza de fuga radioactiva. Me contó que estaba aburrida, que tenía que hacer un trabajo de un libro llamado Zen y Filosofía. Lo mejor del caso es que es un favor que le hace a un amigo. Son ese tipo de decisiones que entran en la categoría de soy buena persona: me quedo con tu pez, te dejo 20 euros y te hago un trabajo sobre pensamiento oriental.
El caso es que para romper un poco la rutina, decidimos devolver dos piedras que le habían tirado desde un balcón por tener la música demasiado alta a las 6 de la mañana.
Llamamos al timbre y nos atendió un playboy gracienc. La Marquesa le vio futuro al chaval, yo vi que estaba bastante a la defensiva. El caso es que desplegó sus encantos de gata y casi que le invitó al próximo evento (¿pero todavía tenemos cuerda?). Se ve que sí...El caso es que nos despedimos y conocí a un nuevo habitante de nuestro hábitat natural. Recordad, si te tiran dos piedras devélvelas. Aunque yo veía más algo tipo performance: te tiro unas flores o quizás un paquete de golosinas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

yo flipo con vuestras aventuras... lo que no pase en la república socialista esa del canalillo no pasa en ningún lado. lo de preguntar al ligue de una amiga si tiene 50 euros para llevársela a un hotel entra dentro de esa categoría de favores?

pink pony dijo...

eso fue una situación de emergencia: a las 6 de la mañana hay que comprobar si la gente anda solvente...Al final no se consumó, ya sabes. Ni tuvimos que darle dinero al tipo tampoco...