jueves, 3 de septiembre de 2009

Muerte por modernidad

Y sí, amigos, a las penas puñaladas y salidas nocturnas. Mi incombustible amiga P me reclamó para asistir a concierto infestado de un género más peligroso que el champán: los modernos. Fui incauta y me presenté parca en palabras pero dispuesta a evadirme en caso de necesidad. Primeros síntomas: colección otoño-invierno del 59 de gafas de pasta vintage sólo disponibles previo apuñalamiento de sus propietarios.
Seguimos con conversaciones de pasillo sobre la percepción y la investigación de la sonoridad. Acabamos con poses en apariencia despreocupadas pero que encierran altas dosis de ego, conciencia de clase y arte y ensayo.
Tuve varias visiones simultáneas: podría estar en mi casa viendo una de mis series, no quiero tener 48 años y seguir rodeada de gente que dice metafísica cada 6 palabras, bueno, no está tan mal (todo porque alguna de las canciones decía “recordando la maqueta de nuestro antiguo colegio”).
Volví a mi casa en silencio, recordando visualmente a estso individuos pálidos, embebidos en tinta existencialista, que tocan el tambor con toda la fuerza del mundo, porque es la única conexión con la vida que todavía tiene sentido.

6 comentarios:

Pink pony dijo...

Por qué nadie dice ni miau?

osruca dijo...

Esta vez, eres tu la que tocas tu tambor con todas tus fuerzas, para encontrarle un sentido a tu vida. Aunque ahora somos los demás que pasamos por tu vida en silencio. SSSSssssssshhhhh.

Pink pony dijo...

mmm, señor misterio, enseñe la patita ya! Acaso toca la tromba de varas?

osruca dijo...

SSSSssssssshhhhh.

Anónimo dijo...

Chen te apuntas a un bombardeo¡yo de mayor quiero ser como tú.Te pillo de casualidad,gracias a las nuevas técnicas¡Un montón de PATÓS

Pink pony dijo...

Querida chen 2, hay que borrar el trabajo con actividades paralelas. Nos vemos en breve :)