viernes, 1 de agosto de 2008

Cuento matinal

Una joven posadolescente con problemas de altura busca antiacné en farmacia de guardia y se encuentra a su príncipe en forma de agente comercial de un laboratorio suizo y le da unas cremas de prueba que le dan un aspecto de persona interesante pero al ponerse la crema, es el agente quien se vuelve aún más interesante y entablan una florida conversación sobre el uso de la luz en las películas de Dreyer ays, Dreyer, suspira él, con la mirada perdida en el horizonte cómo me hubiera gustado cambiar el maletín por el objetivo de 35 mm cuando una lágrima comienza a caer por su mejilla y entonces ella le dice que no se preocupe, que historias hay en todos los lados y que quizás su lugar en el mundo esté de la mano del maletín. En ese instante el maletín se abre y empieza a surgir de él nubes de plata y la chica embelesada no puede remediar empezar a bailar danzas balinesas para celebrar el momento. Toda la farmacia se convierte en un coro. Los frascos de cremas tararean los du du ah. Los envases de pildoras entonan los dubidodú las cajas de preservativos se abren eclosionando así como los tarros de ungüentos. Es lunes y parece el primer día del mundo. Amanece en la farmacia Dreyer.

** Escrito a cuatro manos con el amo y señor de
http://cerocoma23.blogspot.com/

1 comentario:

Anónimo dijo...

amo y señor? me viene grande.

mola el cuento señorita pink.


* como excusa para hacernos visita mutua está bastante bien. beso