martes, 26 de agosto de 2008

Un calabacín es un arma blanca

Fue uno de esos impulsos de última hora. ¿Quieres llevarte algo para el viaje? Yo dije que no. Total, los supermercados de la ciudad A están repletos de los mismos productos que los de la ciudad B. Insistió: una lata de anchoas, unas croquetas, un calabacín. Sacó el especímen del frutero y me lo enseñó. Era un calabacín cruzado secretamente con una calabaza y parecía la cosa más natural del mundo. Esto no se encontraba en las estanterías de mi supermercado junto a las bombillas de 100 watios. Quise que fuera mi amigo, y lo metí en la bolsa. Una vez en el coche, me asaltaron las dudas. ¿Qué llevas ahí niña? ¿No sabes que no se puede viajar con eso? Dánoslo. No quería llegar a ese punto. No quería que esa verdura silvestre se quedara en una bandeja de plástico anónima y serializada a la sombra de unos tíos vestidos de verde con cara de pocos amigos. En el fondo, sabía que podría pasarlo. Total, ¿qué tenía de peligroso?
Al pasar por el control, me despedí de mi tía con una mirada tipo ahora nos descubren. Creo que el guardia quizás confundió el objeto con un alegrador, un juguetito, vete a saber tú. La cuestión es que el sr. Calabacín reposa en mi nevera y creo que se va a aquedar allí un buen rato porque es enorme. Puedo montar un buffet o una fiesta temática. Está aún por ver.

2 comentarios:

Tiriti dijo...

Esperemos que ningún miembro de Al Qaeda sea aficionado a leer Blogs,y haya leído tu "articulo"(me niego a poner "post")porque sino la fabricación del Calabacín-Bomba estará próxima...y recaerá sobre tu conciencia.

pd- Me estoy haciendo adicto del Blog.

Pink pony dijo...

jaja, lo sabía, los creadores de Callejones tienen mentes parejas!El día que llegue el calabacín bomba será la devacle de la cultura occidental. Ahí queda.