Este sábado quedé con amigas secuestradas por sus hijos y por sus maridos que ya no veo con tanta frecuencia. Y cuando nos vemos, como que se habla de tapicería fina, modelos de pañales y las mejores combinaciones de frutas para obtener hermosas cacas de bebé. Normalmente mi sensor de regulación de la salud mental se activa y me desconecto por completo, quedándome con ráfagas de información que me lleva a conectar lámparas con papillas de fruta, como si tuvieran una relación íntima (nunca se sabe).
El sábado, milagrosamente, este grupo de mujeres equilibradas y dueñas de sus vidas aparcaron a sus maridos y a sus hijos. Y quedamos. Allí no entró nadie que no llevara sujetador. Entonces, también milagrosamente, surgieron temas muy interesantes, que no se acostumbran a cotizar con los maridos mediante.
Ligues fallidos, infidelidades, modelos de potitos (vale, este no se lo saltaba ni un gitano) y la avalancha de consumismo que nos visita un día sí y al otro también.
Salí de allí bien informada, feliz y pensé que se había realizado un rodaje invisible de una película de Ventura Pons: Mujeres de Barcelona.
La lástima es que no nos adentramos en materia de sexo, un tema tan Ventura ni en dudas de orientación sexual, incesto o fantasías de prácticas en grupo.
Quizás en el próximo encuentro lleguemos al meollo de la cuestión. Aunque si estamos hablando de potitos multivitaminados, todavía nos queda un trecho.
lunes, 16 de febrero de 2009
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2 comentarios:
y entonces qué?
Ganas de tener un churumbel?
;)
de momento un mini Pepe como el tuyo me encantaría!!
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