jueves, 14 de febrero de 2008

La ciencia de la cena para uno

Vivir solo es lo más o lo menos. La fórmula feliz o el barranco que corona una vida desmañada. Yo lo necesitaba. Había compartido piso con diversa flora y fauna y necesitaba lanzar una lluvia de bragas sobre el sofá y dejarlas allí estáticas, congeladas, durante el tiempo que me diera la gana. Y no sentirme culpable. No es que sea una persona especialmente ruidosa, pero qué ilusión cerrar y abrir luces a las tres de la mañana sin el menor sentimiento de culpa. Hace unos años, ir a mear de noche se había convertido en algo peligroso para mí: abrir y cerrar dos puertas, dar luces y tirar de la cadena con el plus de peligrosidad de despertar a dos personas. Está claro que aquí las casas son tipo Cortilandia y que la privacidad escasea. En fin. Volviendo a la vida en uno, un tema que puede ser un poco delicado es el de las comidas. Comer solo en principio puede resultar deprimente. Pero he encontrado varias radiofórmulas para no ceder a la lagrimilla. Eusebio es una de ellas: mi pez. Me siento delante de él y al menos le saludo. Eso sí, últimamente ya no como pescado por respeto a él. Y también he de decir que el tío se caga bastante y si el agua está sucia no puedo comer tranquila, con lo que me he de levantar a cambiarle y volver a mi plato frío al cabo de un rato (no me importa....). Otra fórmula sería comer con algo leíble o bien evitar comer o cenar en casa. Todas ellas son ilusiones ópticas que combinándose con cierta gracia funcionan y alejan la depresión. Se admiten consejos y bálsamos para mejorar la vida de uno. Porque todos la conocemos.

3 comentarios:

Javier Urtasun dijo...

yo no tengo muchos consejos para vivir en soledad. Tal vez ver las noticias y odiar. Cambiando de tema, simplemente queria llamar la atención sobre lo bueno que resulta mearse en las manos. Las mujeres lo teneis un poco más dificil, pero merece la pena, el acido urico es buenisimo para las manos.

¿Sabias que txumari alfaro es navarro?

Pink pony dijo...

También hacer la carretilla debe ser muy bueno. Odiar es un rollo, porque al final te va quedando un poso de energía mala malísima que no te acaba de hacer feliz. Y tampoco veo las noticias. Qué tristes son la mayoría de ellas....

Javier Urtasun dijo...

no seas dramatica respecto a nuestros servicios informativos, para suavizar la situación ahora intercalan asesinatos a mujeres con inaguraciones de peluquerias para perros.

Mola!!